Alimentos: controles, "sin recular en chancletas"

Lucy de Cornelis habla desde su lugar de mujer que luchó por su tierra. También como vecina que compra alimentos cada semana o cada día. Y como alguien que conoce algunos comportamientos del poder en el sector de la Alimentación.

En su casa de Villa Alonso, en Santa Rosa, asevera en diálogo con El Diario que el Estado nacional, frente a la situación de Vicentín, "tendría que haber tomado intervención, por ahí se escapan divisas del pueblo argentino. Pero el gobierno reculó en chancletas".

No duda cuando alude al incremento de los precios de la comida básica: "Acá hay muchos que tienen que dar las respuestas… Acá no hubo controles. Hay que controlar a todas las multinacionales, que son pocas, que tienen el manejo de los alimentos de los argentinos".

"Tienen que reveer eso, no puede ser que un kilo de pan valga lo que vale. ¿Cómo una madre consigue ese pan, la leche, la carne? Hay que controlar a los intermediarios y a los muchos que evaden los impuestos", insiste en la charla, mientras presta atención a la merienda de su nieto.

Hace tiempo que Lucy avisa que "la soberanía alimentaria está en peligro. Son los pequeños productores los que llevan comida saludable a las ciudades y, en cambio, son los pools y los grandes terratenientes los que te despojan de la tierra y la acaparan. Da bronca escuchar a gente que aplaude a los grandes terratenientes, ¿cómo vas a aplaudir al que genera el hambre de tus compatriotas?".

Cornelis lamenta que "cada día desaparecen más pequeños y medianos productores y hay una concentración silenciosa de la tierra. Se necesita un cambio urgente de modelo. El Estado va a tener que asumir en algún momento la cantidad de enfermos que están dejando los agrotóxicos; las fumigaciones sobre los pueblos provocan que haya chicos con cáncer, con tumores, con problemas en la piel".

Una de las cuentas pendientes, para Lucy, es instalar de manera masiva proyectos que enseñen a cultivar los alimentos propios, el amor por la tierra y su cuidado: "si eso se logra tenemos el futuro. Tener la huerta en casa. Alimentos sanos desde las escuelas. El capitalismo está agazapado siempre", avisa.

Propicia desde siempre la distribución de las tierras, "darles tierras a los miles de chacareros para que la trabajen y se reactive la economía. Sacás a los niños de las grandes ciudades donde no tienen oportunidades y se crían más libres. La tierra es patrimonio de los argentinos y de la humanidad", redondea.