El Ministerio de la Producción, a través de la Dirección General de Recursos Naturales, realizó el traslado de animales que se encontraban en cautiverio, producto de los trabajos de fiscalización que se llevan adelante con el fin de desarticular el comercio ilegal de especies de fauna silvestre y su tenencia como mascotas.
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EL DIARIO digital
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El área de Fauna de la Dirección General de Recursos Naturales llevó a cabo el traslado de cuatro monos carayá, un tucán y un loro hablador, procedentes de una muestra zoológica desarticulada y del decomiso de ejemplares producto de infracciones a la Ley N°1194 "Conservación de la fauna silvestre", con destino al refugio de animales silvestres “Güira Oga” en la localidad de Puerto Iguazú, en Misiones.
También trasladaron un tordo chaqueño y una reinamora, producto de decomisos, con destino a la granja “La Esmeralda”, de la ciudad de Santa Fe.
Estos ejemplares “no pertenecientes a la fauna nativa provincial, marcando un antecedente de articulación entre las áreas gubernamentales con incumbencia en la protección de este recurso y la conservación de la biodiversidad”, destacaron desde el área oficial.
“En la organización de este traslado surgió la posibilidad de colaborar con la Dirección de Biodiversidad del Ministerio de Ecología y Recursos Naturales Renovables de la provincia de Misiones, que contaba con 43 ejemplares de tortugas terrestres del género Chelonoidis alojadas en el Parque Ecológico ‘El Puma’ de Candelaria, producto de decomisos y entregas voluntarias y otras 22 tortugas en ‘Güira Oga’, para su reubicación dado que no tienen distribución natural en dicha provincia”, explicó Adriana García, subdirectora de Fauna, a la Agencia Provincial de Noticias.
La especie chelonoidis chilensis se distribuye en las regiones del Chaco y Monte, existiendo variedades morfológicas por lo que los científicos decidieron diferenciar a las poblaciones del Chaco seco (morfo “petersi”) y las del Monte (morfo “chilensis”). Por ello las tortugas fueron trasladadas a la Granja “La Esmeralda” de la ciudad de Santa Fe para realizar análisis genéticos, a fin de definir la región a la que pertenecen.
Los ejemplares trasladados pasarán por un periodo de cuarentena para su evaluación y seguimiento y posteriormente se determinará la posibilidad de liberación en hábitats naturales del área de distribución correspondiente según la especie.