"Sigo buscando saber de vos mi angelito hermoso", dijo en una entrevista con El Diario Brisa Mendoza, la joven nacida en Uriburu que quiere conocer a la familia de la persona que le donó el corazón hace más de un año.
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EL DIARIO digital
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"Yo quiero encontrar a la familia de mi donante para agradecerle que me dieron una vida y puedo disfrutarla con mi hija". Eso fue lo que impulsó a Brisa Mendoza a hacer una publicación en las redes sociales para iniciar la difícil búsqueda de la persona que le donó el corazón hace un año y tres meses.
Brisa nació hace 18 años en Uriburu. Hoy, gracias al trasplante, está con su pequeña Aina de tres años en Santa Rosa. No tiene ningún dato certero de quién es su donante. La política del INCUCAI es no revelar el nombre del donante de órganos a la persona que los recibe.
La vida de Brisa cambió de un día para otro. Fue el pasado 30 de enero del año pasado cuando se descompensó. "Yo nunca tuve problemas, me enteré de un día para otro que necesitaba un trasplante de corazón", contó.
"Me descompuse de la nada, me llevaron al hospital Molas a hacerme estudios. Estuve en terapia y vino la médica Natalia Fernández, que ahora está en el CEAR, me hizo todos los estudios y me derivó a Buenos Aires a la Fundación Favaloro. Me dijo que era candidata a un trasplante", recordó.
Lo que vivió en esos 30 días fue muy vertiginoso. "Probaron un tratamiento para no llegar al trasplante. Yo estaba muy mal y no funcionó. Mi corazón estaba muy dilatado y lo tenía como de una persona grande. Sí o sí necesitaba ir a trasplante y pasé a lista de espera. Estaban por conectarme a un corazón artificial y el primero de marzo del año pasado me trasplantaron el corazón", resumió.
Además de su mamá Romina, la acompañó la abuela María. En las horas previas a que llegara la noticia del trasplante, Brisa pensó "en que llegara mi donante. Todo el tiempo pensando. Yo tengo una nena de tres años y siempre pensando en ella, en no dejarla sola, en qué iba a hacer si no estaba yo. Todo eso se me pasaba por la cabeza".
"El día anterior vino una cardióloga y me dijo que había un operativo, pero no sabemos si es para vos. Igual, yo lloraba de emoción porque si no era para mí era para otra persona. Lo evaluaron y era para mí. A la madrugada entré a quirófano y salió todo bien", comentó.
Veinte días después del trasplante, la Argentina declaraba el confinamiento por la pandemia de coronavirus. Brisa regresó a La Pampa el primero de mayo y pudo reencontrarse con su hija y su familia.
Unos días después tuvo una descompensación y nuevamente fue internada en terapia. "Descubrieron que era diabética, por la medicación del corazón se me despertó la diabetes, pero todo bien", dijo.
Pasaron los meses y Brisa comenzó a pensar en la búsqueda de la familia de su donante para conocer a su "angelito". La experiencia de su hermano, también trasplantado y que pudo encontrar a la familia, la impulsó a tomar la decisión.
Hace un mes publicó en la red social Facebook un mensaje. "Hoy escribo esta publicación para saber el nombre de mi donante, al cual estoy eternamente agradecida, pero me gustaría saber su identidad", puso.
Tiene algún dato de quién podría ser su donante, pero no hay ninguna certeza. "Después del trasplante, me dijeron que era un chico que era de Olavarría. Por ahí no sé si ese donante era para mí y si es cierta esa información. Hablé al INCUCAI y me dijeron que no me dan información sobre mi donante. Decidí escribirlo en una publicación, yo quiero encontrar a la familia para agradecerle que me dieron una vida y puedo disfrutarla con mi hija", aseguró.
La búsqueda recién inicia. "En algún momento irá a llegar", se esperanzó Brisa.