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EL DIARIO digital
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La reconfiguración del tablero oficial suma otro movimiento de peso. Daniel Tillard dejará la presidencia del Banco Nación y será reemplazado por el actual vicepresidente de la entidad, Darío Wasserman. La decisión fue confirmada este martes por el Ministerio de Economía y se formalizará mediante un decreto que será publicado en el Boletín Oficial.
Según se informó oficialmente, Tillard comunicó hoy su renuncia al ministro de Economía, Luis Caputo. El economista cordobés había asumido al frente del principal banco público del país el 26 de diciembre de 2023, tras desembarcar en la gestión de la mano del entonces jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y atravesó los primeros dos años del gobierno de Javier Milei al mando de la entidad.
Su reemplazante no es un nombre ajeno a la mesa chica del oficialismo. Wasserman es esposo de la legisladora porteña Pilar Ramírez, jefa del bloque de La Libertad Avanza en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires y una de las dirigentes de mayor cercanía con Karina Milei. De perfil bajo, el nuevo titular del Banco Nación mantiene influencia en el armado político libertario y vínculos con sectores empresariales y financieros.
El recambio se da en un momento sensible para la entidad, que avanza en un proceso de fortalecimiento de su estructura de capital y analiza alternativas de financiamiento internacional. En las últimas semanas, el Banco Nación aceleró contactos técnicos con estudios y bancos del exterior ante la posibilidad de una futura emisión de deuda en los mercados internacionales.
Desde la Casa Rosada aclararon que no está prevista una toma de deuda desde la entidad al menos hasta enero y que cualquier decisión quedará sujeta a las condiciones de mercado y a la estrategia financiera que defina el Gobierno.
Durante su gestión, Tillard impulsó una política crediticia enfocada en la expansión de los préstamos hipotecarios y en la recomposición del financiamiento para familias y empresas. De acuerdo con datos oficiales, el Banco Nación alcanzó unas 20.000 escrituras a través del programa "+Hogares", con desembolsos acumulados superiores a los $2,8 billones.
En el Ejecutivo subrayan que el cambio de nombres no implica, por ahora, un giro en la estrategia del banco. Wasserman continuará con las líneas de trabajo vigentes mientras el Gobierno define los próximos pasos financieros e institucionales para una de las piezas clave del sistema bancario argentino.
