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EL DIARIO digital
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La Agencia Espacial Europea (ESA) dio un paso clave en la búsqueda de vida más allá de nuestro planeta: su nuevo telescopio espacial, PLATO (siglas en inglés de Planetary Transits and Oscillations of stars), ha superado con éxito sus fases de prueba y se encuentra listo para su misión: detectar exoplanetas parecidos a la Tierra orbitando estrellas lejanas. Con un enfoque innovador y capacidades técnicas únicas, PLATO podría revolucionar nuestra comprensión sobre la formación de sistemas planetarios y las condiciones necesarias para la vida.
¿Qué hace único a PLATO?
PLATO se distingue por ser el primer telescopio espacial diseñado específicamente para encontrar planetas rocosos de tamaño similar a la Tierra en la zona habitable de sus estrellas, es decir, a la distancia adecuada como para que exista agua líquida, uno de los principales indicadores de habitabilidad.
El instrumento cuenta con 26 cámaras individuales de gran sensibilidad, lo que le permitirá observar áreas extensas del cielo durante períodos prolongados, aumentando exponencialmente la probabilidad de detectar tránsitos planetarios: pequeñas disminuciones de luz estelar causadas por el paso de un planeta frente a su estrella.
Otra de sus características diferenciales es que combinará la detección de exoplanetas con el estudio de las oscilaciones estelares (asterosismología). Esta técnica permitirá calcular con gran precisión la edad, masa y tamaño de las estrellas, lo que a su vez ofrecerá datos fundamentales sobre la historia y evolución de los planetas que las orbitan. Gracias a esto, PLATO podrá no solo encontrar planetas potencialmente habitables, sino también estimar si podrían tener condiciones estables para el desarrollo de vida.
¿Cuándo comienza la misión?
El lanzamiento de PLATO está previsto para mediados de 2026, a bordo de un cohete Ariane 6, desde la base espacial de Kourou, en la Guayana Francesa. Una vez en el espacio, el telescopio será ubicado en el punto de Lagrange 2 (L2), a unos 1,5 millones de kilómetros de la Tierra. Esta región del espacio es ideal para la observación astronómica porque permite mantener una orientación estable con mínima interferencia térmica y lumínica.
L2 ya es hogar de otras misiones de gran calibre, como el Telescopio Espacial James Webb, lo que refuerza su condición como una plataforma privilegiada para la exploración profunda del cosmos.
Durante su misión, que tendrá una duración inicial de cuatro años (posiblemente ampliables), PLATO se enfocará en el estudio continuo de decenas de miles de estrellas de tipo solar y en la búsqueda de señales periódicas que indiquen la existencia de planetas. La ESA estima que el telescopio podrá detectar y caracterizar cientos, incluso miles, de nuevos exoplanetas.
¿Por qué importa PLATO?
La importancia de PLATO trasciende el descubrimiento de nuevos planetas: representa un salto cualitativo en la forma en que la humanidad explora el universo. A diferencia de misiones anteriores, que priorizaban la cantidad de detecciones, PLATO se centrará en encontrar planetas similares a la Tierra en términos de tamaño, composición y ubicación orbital, con el fin de responder una de las preguntas más profundas de la ciencia moderna: ¿existe vida fuera de la Tierra?
Además, sus observaciones ayudarán a responder otros interrogantes clave:
-¿Cómo se forman los sistemas planetarios?
-¿Cuán comunes son los planetas habitables?
-¿Qué condiciones garantizan la estabilidad planetaria a largo plazo?
El impacto de PLATO será también interdisciplinario. Sus datos beneficiarán no solo a la astronomía, sino también a campos como la astrobiología, la física estelar, la geología planetaria y la inteligencia artificial aplicada a datos astronómicos, dado que el volumen de información que generará será inmenso y requerirá análisis avanzados.
Al estar coordinado por la ESA y con la participación de más de 20 países europeos, PLATO simboliza además una nueva era de cooperación científica internacional, donde el conocimiento y los recursos se combinan para ampliar los límites del conocimiento humano.