Salud

Consejos para reducir los síntomas de reflujo gastroesofágico

El reflujo gastroesofágico es un problema muy frecuente. Si persiste, es necesario consultar al médico. Las molestias que ocasionan se pueden aliviar con cambios en la alimentación, pero también con otras medidas sencillas.

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EL DIARIO digital

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Las personas que sufren reflujo gastroesofágico sienten ardor o quemazón (pirosis) que sube desde el estómago, generalmente después de comer o por la noche. Otras manifestaciones frecuentes del reflujo gástrico son dificultad para tragar o sensación de tener un nudo en la garganta. En ocasiones, también pueden producirse regurgitaciones y un gusto agrio o amargo que invade la garganta y la boca. Se trata de una patología muy común que en algunos casos puede deberse a patologías potencialmente graves que conviene descartar. Pero también puede deberse en buena medida a condiciones o estilos de vida que se pueden corregir siguiendo unas recomendaciones bastante sencillas.

Según explica la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD) en su página web, aproximadamente uno de cada diez adultos tiene síntomas relacionados con el reflujo por lo menos una vez a la semana y hasta uno de cada tres tiene síntomas una vez al mes. 

Recomendaciones de los especialistas en digestivo

Los médicos de la FEAD ofrecen las siguientes recomendaciones para evitar o, al menos, reducir los síntomas:

-Elevar la cabecera de la cama unos 10-15 centímetros, pero no con almohadas porque de esta manera solo conseguirá flexionar el cuello y se necesita elevar toda la parte superior del tronco. 

-Evitar el uso de ropa ceñida al cuerpo y llevar el cinturón demasiado apretado. 

-Perder peso en caso de sobrepeso. El sobrepeso influye de manera negativa en el curso de esta enfermedad. 

-No tumbarse después de las comidas y no picar antes de acostarse.  

-Se recomienda una cena ligera entre dos y tres horas antes de acostarse. 

-Es preferible repartir la ingesta de comida en varias tomas ligeras a lo largo del día.  

-Es muy importante no fumar y no beber alcohol porque ambas sustancias empeoran los síntomas del reflujo. 

-Existen alimentos que disminuyen la presión del esfínter esofágico inferior o pueden irritar la mucosa del esófago y estómago y, por lo tanto, empeoran los síntomas del reflujo. Sin embargo, los gastroenterólogos señalan que son muy variables los alimentos que provocan reflujo. Por eso, la dieta debe adecuarse a la sensibilidad de cada paciente. Algunos de los alimentos que fomentan el reflujo de forma más habitual son los siguientes: grasas, fritos, salsas, café, té, chocolate, menta, ajo, cebolla, frutos secos, bebidas con gas (especialmente refrescos de cola), cítricos, tomate, pimiento, picantes, salazones...

Fármacos para el reflujo

Para los casos que no se pueden controlar con las medidas descritas, existen fármacos que mejoran significativamente los síntomas del reflujo gastroesofágico. Muchos de ellos son de prescripción, por lo que solo deben tomarse tras una correcta evaluación médica del problema.

Antiácidos

Los antiácidos son el primer escalón en el tratamiento del reflujo gastroesofágico. Son fármacos de acción rápida y efecto corto, que solo consiguen acabar con los síntomas del reflujo en un 25% de los pacientes. Son, fundamentalmente, las sales de hidróxido de aluminio, hidróxido de magnesio, almagato y alginato. Su acción se centra únicamente en hacer menos ácido (alcalinizar) el pH gástrico, de tal manera que producen un alivio sintomático de corta duración, generalmente de menos de una hora. La FEAD subraya que estos tratamientos "no van a conseguir colaborar a una curación de la mucosa del esófago en caso de presentar esofagitis". Por lo tanto, aquellos pacientes que presenten estas lesiones se deberían plantear otros tratamientos.

Antagonistas H2

Estos compuestos inhiben la secreción ácida gástrica al unirse al receptor de la histamina H2. Los medicamentos disponibles son la cimetidina, ranitidina, famotidina y nizatidina. A diferencia del grupo de antiácidos, los antiH2 han demostrado no solo mejorar los síntomas, sino también contribuir a la curación de la mucosa esofágica. Actualmente, el uso de los antiH2 ha quedado ampliamente desplazado por la mayor efectividad de los inhibidores de la bomba de protones, aunque en casos leves o cuando el reflujo es de predominio nocturno se puede plantear su uso.

Inhibidores de la bomba de protones

Son los medicamentos más efectivos para la supresión de la secreción ácida gástrica. De hecho, en la actualidad constituyen el pilar fundamental del tratamiento del reflujo no solo por su efectividad, sino también por su seguridad. Actúan sobre la enzima H+/K+ ATPasa, comúnmente conocida como bomba de protones, inhibiéndola de forma irreversible. Por eso, su efecto se extiende durante muchas más horas que el resto de tratamientos. Existen múltiples opciones dentro de este grupo farmacológico. El más clásico es el omeprazol, pero también están el rabeprazol, pantoprazol, esomeprazol o lansoprazol. Hay que tener en cuenta que su efecto es más potente si se ingieren de 30 a 60 minutos antes del desayuno. No deben administrarse sin receta médica.

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