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Vitiligo: síntomas, diagnóstico y tratamiento

Las manchas claras en la piel características del vitiligo suelen tener una gran repercusión psicosocial en aquellos que las padecen. Aunque no existe cura para esta afección, hay tratamientos con buenos resultados. Conócelos.

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EL DIARIO digital

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El vitiligo es una enfermedad que afecta a la pigmentación de la piel, y se muestra como manchas de un color más claro de lo normal como resultado de la destrucción de los melanocitos de la epidermis. Su causa es desconocida, aunque se cree que puede tener algún factor hereditario, ya que en el 25% de los pacientes hay antecedentes de algún familiar cercano enfermo de vitiligo. De hecho, el riesgo de padecer vitiligo para un familiar de primer grado de la persona afectada es en torno a ocho veces mayor.

Otra teoría muy arraigada es la autoinmunitaria, es decir, que el vitiligo sería el resultado de una agresión de nuestras propias defensas sobre la piel, sobre todo porque se asocia a otros trastornos autoinmunes en un mismo individuo, mayoritariamente a trastornos tiroideos, pero también formando parte de síndromes con varios órganos afectados.

A quién afecta el vitiligo

Es un problema muy común, llegando a afectar a casi el 3% de la población; es algo más frecuente en la mujer que en el hombre, pero no muestra preferencia por ninguna raza. Puede iniciarse a cualquier edad, pero en más de la mitad de los casos aparece antes de los 20 años, o bien después de los 50, aunque en más del 90% de los casos se presenta antes de los 40 años. Se han visto algunos casos en los que la enfermedad ya está presente en el nacimiento, pero son excepcionales.

El vitiligo es una enfermedad con una gran repercusión psicosocial, ya que afecta a zonas visibles, resultando muy difícil para el paciente esconder o disimular las lesiones. Ello puede acarrear complejos, fobia social o, incluso, depresión.

Causas del vitiligo

Teoría autoinmune: el propio sistema inmune del paciente reconoce a los melanocitos como una amenaza y los elimina. Actualmente es la teoría más sólida, sobre todo en el vitiligo generalizado, debido a su asociación con otros trastornos autoinmunes como la diabetes, la tiroiditis, la espondilitis anquilopoyética, etcétera.

Teoría neurógena: en las terminaciones nerviosas se libera alguna sustancia que es tóxica para las células que dan color a la piel. Se sustenta esta teoría en los casos en los que la despigmentación se distribuye tan solo por una dermatoma (área de piel que recibe terminaciones nerviosas de una raíz de la médula). Sería el vitiligo segmentario.

Teoría de autodestrucción: los melanocitos se destruyen a sí mismos, se cree que por exceso de función o bien por una incapacidad de eliminar las toxinas derivadas del metabolismo de las células de la piel acumulándose y resultando tóxicas para los melanocitos.

Todos estos mecanismos probablemente también puedan darse a la vez y explicar algunos casos de vitiligo, formando una teoría integradora, como postulan muchos especialistas en dermatología.

Síntomas del vitiligo

La clínica de este problema estético es muy llamativa, siendo el síntoma característico del vítiligo que se hacen visibles manchas de color claro, que suelen ser simétricas e iniciarse alrededor de orificios corporales (boca, ano…), axilas, alrededor de las uñas, genitales, areolas mamarias, y en zonas donde los huesos son prominentes (como codos y rodillas). También puede llegar a afectar a los ojos y a la mucosa de nariz y boca, aunque estas localizaciones son mucho menos frecuentes.

Estas manchas pueden alcanzar una extensión variable. Los bordes de estas lesiones pueden aparecer ligeramente más oscuros y, en algunos casos, incluso un poco inflamados y rojizos; pero siempre muy bien delimitados. En algunos pacientes se describe vitiligo bicrómico, tricrómico, cuadricrómico, en función de los distintos grados cromáticos que adquiere la piel en torno a la mancha blanquecina, pues en algunas situaciones pueden existir varias tonalidades entre la mancha y la piel normal.

La mayoría de las veces el vítiligo no producen ningún síntoma como tal, pero algunas personas describen cierto grado de picor sobre estas lesiones.

Las manchas suelen aparecer en situaciones de estrés, tensión emocional, por un traumatismo localizado, o bien por quemaduras (especialmente solares). El pelo de estas zonas es inicialmente oscuro y, posteriormente, se torna blanco.

Se asocia con cierta frecuencia a alteraciones auditivas, hasta en un 20%, y en un porcentaje en torno al 40% pueden presentan también alteraciones de los ojos por afectación secundaria de los melanocitos que aquí se hallan.

Tipos de vitiligo

Existen varios tipos de vitiligo según su forma de aparición:

Localizado exclusivamente en manos o cara: esta es la forma más habitual.

Segmentario: sigue el recorrido de un nervio o dermatoma. Aparece como gruesas líneas a lo largo de la piel, en un lado del cuerpo. Este tipo casi nunca se extiende más allá de la región inicial. Una vez que aparece, es muy estable.

Generalizado: en varias zonas corporales, próximas unas a otras. A menudo con una disposición simétrica en ambos lados del cuerpo.

Disperso: se encuentra en distintas zonas, alejadas unas de otras.

Universal: por casi toda la superficie del cuerpo.

El vitiligo se asocia con otras enfermedades como: diabetes, tiroiditis de Hashimoto, hipotiroidismo e hipertiroidismo, enfermedad de Addison, asma, alopecia areata, miastenia gravis y halo nevus.

Diagnóstico del vitiligo

Normalmente la clínica es lo suficientemente clara para establecer un diagnóstico correcto del vitiligo, y puede ayudarse de un examen con luz de wood. Esta prueba se realiza mediante la visualización de la piel con una pequeña lámpara que emite una luz ultravioleta y presenta una lupa. Algunas lesiones dermatológicas se hacen fosforescentes al enfocarlas con una lámpara de wood. La microscopía electrónica también puede revelar otros cambios en la piel afectada.

Solo en casos raros en los que aún exista duda sobre el diagnóstico, se toma una biopsia de la lesión. En ella se debe demostrar la ausencia de melanocitos que se ha citado anteriormente; por lo demás la piel es completamente normal.

Es aconsejable también realizar un análisis de sangre para determinar la concentración de hormonas tiroideas, y de glucosa para descartar que existan otras patologías asociadas al vitiligo.

Existen algunas lesiones de la piel que pueden considerarse similares a las del vitiligo y hacer dudar del diagnóstico, pues también se manifiestan como manchas despigmentadas. Esto ocurre en algunas lesiones por tóxicos, quemaduras, en algunas profesiones (vitiligo ocupacional), algunas despigmentaciones tras inflamaciones, algunas tiñas, el nevus acrómico, etcétera, pero en la biopsia sí se observarán melanocitos y melanina a diferencia del vitiligo.

Tratamiento del vitiligo

No hay un tratamiento para el vitiligo que sea del todo satisfactorio para, aunque en lagunos pacientes se han conseguido algunos resultados bastante notables en los que se puede restaurar en parte el color de la piel afectada. El tratamiento siempre deberá ser específico para cada paciente, según su tipo de afección y la extensión y localización de las zonas de piel afectadas, así como la velocidad la que progresa la enfermedad. El dermatólogo será el especialista indicado para su elección. En cualquier caso, el tratamiento no puede prevenir la pérdida continua de color de la piel o las recurrencias.

La piel despigmentada tiene mayor riesgo ser dañada por el sol, por lo que es importante poner en práctica una buena fotoprotección, ya sea con el uso de cremas solares o con la ropa adecuada para evitar quemaduras que puedan dar lugar a la formación de nuevas lesiones. Estas cremas solares, además de proteger la piel despigmentada, limitan el bronceado de la piel sana; de este modo se intenta conseguir un tono uniforme de piel que permita, en la medida de lo posible, ocultar las manchas.

En la misma línea existen otras técnicas de camuflaje como los autobronceadores o el maquillaje, que no son dañinos para la piel con vitiligo.

También ayudará al paciente mantener una dieta rica en frutas y vegetales, ya que estos contienen vitamina C, que funciona como un potente antioxidante y fotoprotector.

Tratamiento farmacológico para el vitiligo y despigmentación

En tratamiento tópico se usan corticoides potentes como el valerato de betametasona al 0,1% o clobetasol al 0,05%, valorando siempre los efectos secundarios que conllevan: osteoporosis, diabetes mellitus, candidiasis, y disfonía. Otros tratamientos tópicos combinan kellina, calcio y pseudocalatasa con rayos UVA y UVB, con resultados bastantes satisfactorios.

Además de los fármacos, existen terapias de luz para ayudar a restaurar el color o el tono de la piel, sin embarbo los resultados pueden ser impredecibles y tener efectos secundarios severos.

El tratamiento más efectivo para pacientes mayores de 10 años es el PUVA oral (fotoquimioterapia). Logra repigmentaciones hasta en un 40-50% de los casos. Consiste en la ingesta de psoralenos dos horas antes de la exposición a rayos UVA. Se realizan 2-3 sesiones por semana durante 6-18 meses. Con ello se estimula a los melanocitos que aún funcionen. Este tratamiento tiene una eficacia del 80%, aunque no hay buenos resultados en las lesiones de genitales, manos y pies. No se aconseja la PUVA oral en niños menores de 10 años. Los efectos adversos incluyen náuseas, molestias digestivas, sequedad y envejecimiento de la piel.

La despigmentación tiene como objetivo unificar el color de la piel en pacientes con un vitiligo muy extenso o en los que fracasó el PUVA. Se realiza un blanqueado de la piel normal mediante cremas con monobenciléter de hidroquinona al 20% dos veces al día. Tarda dos o tres meses en iniciarse una respuesta a este tratamiento, y hasta 12 o más para completarlo. El resultado final es que toda la piel del enfermo se torna de un blanco tiza, similar al de las lesiones del vitiligo. Debe tenerse en cuenta que es un proceso irreversible, es decir, que una vez que se han conseguido resultados, la piel nunca vuelve a su estado normal. Existen también algunos efectos adversos como sequedad, picor, enrojecimiento e incluso dermatitis.

En el vitiligo facial se usa fenilalanina oral 45 minutos antes de la exposición solar.

En vitiligos estables se han empleado técnicas quirúrgicas. Se trasplantan melanocitos activos desde otras áreas del cuerpo del paciente. Esta técnica puede ser útil para manchas segmentarias.

El tratamiento de las enfermedades que pueden acompañar al vitiligo no influye en la evolución del trastorno en cuestión.

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