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EL DIARIO digital
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La visita a General Pico del precandidato a vicepresidente y gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, dejó para los micrófonos los mismos conceptos, con puntos y comas, que el referente radical ya había expuesto en Santa Rosa, aunque otros hechos que rodearon el acto de campaña convirtieron el acontecimiento en algo inédito para la ciudad norteña.
Como ya es casi una -mala- costumbre de los candidatos nacionales, el horario para el que fue convocada la conferencia de prensa no se respetó y, en la jornada del martes, fueron dos los políticos del mismo palo que reincidieron. Federico Pinedo plantó a los periodistas por media hora; Morales lo hizo por bastante más de una hora, aunque el tiempo de espera nocturna y fría sirvió en este caso para experimentar tensión a partir de un hecho jamás vivido en Pico: una manifestación de repudio a un candidato o figura política nacional.
Tras varios minutos dentro de la sala dispuesta para la conferencia, los cronistas y fotógrafos decidieron esperar al candidato en la vereda del Comité de calle 30, junto a un grupo de militantes radicales y macristas que comenzaban a mostrarse inquietos mientras miraban hacia la esquina de calle 17, donde, en la oscuridad, se podían ver un par de banderas y unas pocas cabezas reunidas.
Una encumbrada dirigente radical realizaba desesperados llamados a la Policía local para contener la temida manifestación que amenazaba con el caos, que no podrían contener los tres custodios del candidato apostados allí hacía rato. Dos motoristas pasaron por el lugar y siguieron camino, hasta que media hora más tarde se sumaron sigilosos algunos policías de civil.
La tensión escaló en el momento en que las banderas y cabezas que se veían en la esquina comenzaron a desplazarse hacia el frente del Comité y se ubicaron en la vereda opuesta. No llegaban a 15 personas y niños, a quienes la temperatura reinante les impedía gritar.
Con la amenaza ya de frente, algunos dirigentes locales llamaron hacia el exterior a los militantes que esperaban a Morales calefaccionados en el salón del Comité. Una de las señoras que salieron resumió la situación: "Nosotros somos pocos, pero ellos son menos". Mientras otra se lamentaba: "Ya me imagino los titulares de mañana, 'repudian al candidato Morales'".
Entre tanto nerviosismo, alguien advirtió que todos los presentes habían ingresado al Comité por un pasillo, pero la puerta principal y acceso directo a la sala donde se llevaría a cabo la rueda de prensa estaba cerrada. Un diputado provincial electo salió raudo a conseguir la llave y todo quedó dispuesto para recibir al caudillo radical.
Finalmente, y casi una hora y media después de lo pautado, llegó el precandidato de Juntos por el Cambio. Los 15 manifestantes invadieron la calle mientras mostraban carteles y gritaban "fuera Morales", también algún insulto. El compañero de fórmula de Horacio Rodríguez Larreta descendió rápido y cubierto por sus custodios para ubicarse frente a sus seguidores y enseñarles un cantito "por la paz" en réplica a sus detractores. Antes de ingresar, el gobernador responsable de la represión policial sufrida por el pueblo jujeño semanas atrás se puso de frente a los manifestantes y les gritó "fachos".
Mientras todo se disponía para el inicio de la conferencia, los golpes en una puerta interna cerrada con llave volvieron a inquietar, mientras uno de los organizadores ordenaba a quienes estaban cerca que "no abran". Los golpes fueron cada vez más fuertes e impedían comenzar con las preguntas, hasta que del otro lado de la puerta se escuchó: "Che, abran, soy Martín". Ahí sí, alguien giró la llave y Maquieyra irrumpió en el lugar para sentarse en la única silla que restaba ocupar.
Violencia
Una vez habilitadas las preguntas, un cronista de este medio le recordó a Morales que era la primera vez en más de 30 años que en Pico un dirigente nacional en campaña era recibido con una manifestación de repudio. A modo de reflexión, Morales señaló que sucede "porque crece la violencia, ese país es el que no queremos". Y remarcó que "no se puede hacer esto, la ley de defensa de la democracia impide esto, nosotros estamos ejerciendo el derecho democrático de hacer campaña para las elecciones, entonces es injustificable esto".
Consideró que los 15 manifestantes locales "vienen a violentar para que pase algo, esto no es pacífico". En ese momento, el cronista le recordó que repudiaban los hechos de violencia vividos en la provincia que gobernaba, y Morales retrucó: "Bueno, ha habido hechos de violencia que genera gente que tiene ese pensamiento, que cree que los cortes de ruta son una modalidad de protesta, que cree que tirar piedras es una modalidad de protesta. La protesta debe ser pacífica".
Delincuentes
Morales tildó luego de "delincuentes" a quienes mantienen hasta hoy los cortes de rutas en Jujuy y afirmó que "Aníbal Fernández está desde ayer en la provincia consolidando esta situación".
"Acá en el Comité está la expresión de la democracia. Yo, un demócrata, hace 40 años que milito en política y milité por el juicio a las Juntas Militares, que muchas de las expresiones que están ahí afuera hicieron otra cosa, así que a nosotros no nos van a dar lecciones de democracia", sentenció.
Adelantó que próximamente van a empezar los juicios por "el ataque a la Legislatura, por el ataque a la Municipalidad de Humahuaca, por la muerte de la turista, porque atropellaron a un chico de ocho años, por la privación ilegítima de la libertad de tres policías, porque no dejan pasar las ambulancias". En ese listado, en un último lugar y como única mención sobre la posibilidad de la existencia de violencia del Estado jujeño hacia su pueblo, el gobernador citó también juicios por "los excesos de la Policía".
Ya, visiblemente incómodo y con el "moderador" de la rueda de prensa desesperado por cortar las preguntas, el precandidato a vicepresidente señaló: "Hablemos del tema nacional, de Jujuy después le hablo en off lo que usted quiera, o en on".