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EL DIARIO digital
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En un contexto de mayor tensión cambiaria y con el objetivo de cumplir las metas acordadas con el FMI, el Gobierno nacional implementó un paquete de cuatro medidas económicas clave destinadas a fortalecer las reservas internacionales sin recurrir a la emisión monetaria. El anuncio fue oficializado por el Ministerio de Economía y forma parte de una estrategia para ordenar el mercado cambiario, evitar sobresaltos y mantener una imagen de estabilidad financiera de cara al segundo semestre del año.
El Tesoro pasa a comprar los dólares: el BCRA se corre
La principal medida ya fue puesta en marcha: la compra de dólares en el mercado oficial dejó de estar a cargo del Banco Central y pasó a ser responsabilidad del Tesoro. Esta decisión busca evitar que el BCRA emita pesos para adquirir divisas, lo que podría presionar sobre la inflación o el tipo de cambio. En cambio, el Tesoro utilizará los pesos que obtiene del superávit fiscal primario para comprar divisas y fortalecer la posición de reservas.
Según el equipo económico, el BCRA solo intervendría si el tipo de cambio alcanza el piso de la banda de flotación, mecanismo diseñado para evitar una caída excesiva del dólar oficial. La decisión también responde a la necesidad de cumplir con los compromisos pactados con el FMI sin alterar la política monetaria.
Venta de activos estatales y desinversión patrimonial
Otro de los ejes del plan es avanzar en la venta de activos del Estado y propiedades públicas, con el objetivo de obtener divisas frescas que puedan engrosar las reservas. Aunque no se detallaron aún los bienes a subastar, se prevé que se priorizarán activos improductivos o subutilizados que no resulten estratégicos para la gestión.
Esta estrategia también incluye una reestructuración patrimonial del sector público, lo que implica desinversiones ordenadas que no impacten sobre servicios esenciales. El Gobierno remarcó que no se trata de una "venta masiva", sino de un uso más eficiente del patrimonio estatal.
Privatizaciones y nuevas concesiones
El plan contempla también la privatización de empresas o servicios públicos específicos, así como la licitación de nuevas concesiones en sectores como infraestructura, energía o telecomunicaciones. Estas operaciones no solo generarían ingresos inmediatos, sino que también permitirían atraer inversiones externas, aliviando la presión sobre el mercado cambiario.
El ministro Luis Caputo anticipó que algunos procesos se activarán en el segundo semestre, y que los ingresos en divisas derivados de estas operaciones tendrán un tratamiento preferencial en términos fiscales y regulatorios para facilitar su ingreso al país.
Reforzar las reservas sin tocar la emisión monetaria
El denominador común del plan es claro: reforzar las reservas sin apelar a la emisión monetaria ni a herramientas inflacionarias. La estrategia del equipo económico busca preservar la credibilidad del plan fiscal, contener expectativas de devaluación y asegurar divisas suficientes para cumplir compromisos externos y sostener el nivel de actividad.
El dólar oficial mayorista pasó de $1142 a $1230 en apenas dos semanas, lo que encendió algunas alarmas. Aunque desde el Gobierno niegan un cambio brusco de régimen, admiten que el segundo semestre será más desafiante por la menor liquidación del agro y los vencimientos de deuda externa.
El ministro de Economía, Luis Caputo, presentó estas medidas ante analistas e inversores. Rechazó las versiones sobre atraso cambiario y defendió la consistencia del programa económico: "No hay razón para temer al tipo de cambio. Si alguien piensa que está barato, que compre", dijo, en un mensaje directo a los mercados financieros.
Además, destacó que Argentina necesita mostrar solidez fiscal, estabilidad monetaria y señales claras al mundo para atraer capitales genuinos. "La acumulación de reservas no puede seguir siendo tarea exclusiva del BCRA", concluyó.