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El mayor acreedor pampeano considera “razonable” la intervención de Vicentín

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La empresa piquense Fedea espera cobrar 77 millones de pesos por parte de Vicentín, estaba en negociaciones cuando el Gobierno Nacional anunció que va por la expropiación.

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EL DIARIO digital

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Su titular, Ricardo Bonessi, considera “razonable” que el Estado “facilite” encaminar la situación para proteger los puestos laborales y permitir el pago a los acreedores. Aunque advierte que el camino no es la expropiación y afirma que el Estado “no tiene posibilidades” de competir con privados.

En diálogo con TVCO Noticias, Bonessi explicó cómo funciona el mercado de cereales y opinó sobre la situación actual de Vicentín, empresa que le debe una cifra millonaria que “no afecta el flujo normal de Fedea”, a pesar que la firma piquense que funciona como acopiadora ya canceló el cereal recibido a los productores pampeanos.

Para entender la problemática actual, Ricardo Bonessi explicó primero cómo trabajan los distintos actores del mercado de cereales. “Vicentín es una de las exportadoras más grandes que hay en la Argentina, que tiene el 10% del mercado, y básicamente trabaja con soja y un poco con trigo. En Rosario procesa toda la soja que compra a todos los productores argentinos y paraguayos, con ese proceso se saca aceite para hacer biodiesel y con la harina hace comida para cerdos. Creo que entre el 90 o 95% de lo que produce Vicentín se exporta”, detalló el reconocido empresario local.

Y agregó “Vicentín compra en forma directa o por intermedio de corredores, que son agentes que juntan determinadas toneladas entre acopiadores, cooperativas y productores, y ese volumen que junta el corredor se lo ofrecen a los exportadores. Fedea no tiene relación directa comercial con Vicentín, sino que la tiene a través de un corredor”.

Explicó también que “la venta de las toneladas de soja a Vicentín la hacemos cuando el productor nos pide que le fijemos, fijar quiere decir que la vendamos y le paguemos al productor. Nosotros fijamos y le pagamos a los productores, y quedamos con el vínculo de pago con Vicentín”.

En este caso, Bonessi señaló que “cuando el productor nos dio la orden, lo entregamos y lo fijamos, a la semana le pagamos al productor. Y cuando llegó el momento cobrar, un mes antes de cobrar, Vicentín entró en cesación de pagos y entró en un proceso que desencadenó en un concurso de acreedores, que era hasta junio y ahora va hasta agosto”.

Impacto en Fedea

Tal como detalló el empresario, la empresa local canceló todo el cereal a los productores que confiaron en ella y, semanas después, se convirtió en la mayor acreedora pampeana de Vicentín con 77 millones de pesos. “Los números son muy grandes, son alrededor de 6 mil toneladas y debe ser un 10% del movimiento de Fedea. Es una cifra muy importante desde el punto de vista de la deuda, pero no es tan importante desde el movimiento que tiene la empresa”, aclaró Bonessi.

Ratificó que esta situación no hizo tambalear a Fedea, aunque admite que “modificará sí algunas inversiones que teníamos pensado realizar”. Y reiteró “a los productores se les pagó todo el cereal, no tenemos ninguna deuda”.

Y observó “estábamos en conversaciones, previas al concurso de acreedores y luego también, porque había muchas alternativas para resolverlo con algunas operaciones tercerizadas con algunos grupos económicos argentinos y también extranjeros. Se estaba trabajando en el tema cuando apareció esta situación de intervención del Estado”.

Facilitar, no expropiar

Consultado por el contexto actual, el empresario adelantó “tengo una opinión bastante particular”. Y comentó al respecto “creo que la intervención, si es para favorecer un arreglo, encaminar la situación para defender la fuente laboral de siete mil personas y poder acomodar la deuda que tiene Vicentín con dos mil productores, acopiadores y cooperativas, si el Estado interviene para que eso suceda, a mí me parece hasta razonable, a pesar que esto está en otro Poder que es el Judicial”.

Remarcó luego que “el Poder Judicial es el que tiene que poder manejar esta situación, el Poder Judicial que yo sepa no pidió auxilio al Ejecutivo, quizás sea una intromisión, aunque quiero pensar que es una facilitación. Pero el gobernador de Santa Fe, que es donde se siente el mayor impacto, pidió auxilio y el Gobierno Nacional le da el auxilio, por eso me parece razonable que facilite”.

Y aclaró “ahora, en el tema de la expropiación estoy totalmente en desacuerdo”. Para fundamentar luego que “Vicentín tiene el 10% del mercado, si pasa a otras manos no va perjudicar esta situación. Por otra parte, competir con privados es bastante raro y me parece que el Estado no tiene las posibilidades ciertas, o por lo menos no lo ha demostrado cuando privatizó otras empresas del agro, como Safet oportunamente”.

Bonessi espera ahora que “se solucione sin ninguna expropiación”, pero admite que “con este quiebre, no sabemos para qué lado va seguir”. Y remarcó “si el gobierno interviene para facilitar, veremos cómo puede ayudar a Vicentín. De cualquier manera, este no es un problema del Estado, este es un problema de Vicentín, básicamente es Vicentín el que está en falta acá”.

En La Pampa son siete u ocho las acopiadoras que quedaron enganchadas en el concurso de acreedores. “Sabemos que van intentar alguna quita, que van a pedir período de gracia y sabemos también que entre todos tenemos que poner un poquito, lo que no queremos es no cobrar nada”, concluyó Ricardo Bonessi.

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