La Pampa

Negociaciones febriles en la oposición para evitar una interna

Sectores del radicalismo que quieren imponer el "consenso" de Kroneberger hacen fuerza hasta último momento para una "unidad". El PRO nacional agita a Maquieyra. 

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EL DIARIO digital

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A un ritmo a esta altura desenfrenado, con el plazo "apretando" para que se finiquiten las negociaciones posibles, la oposición política de Juntos por el Cambio sigue negociando la posibilidad de un acuerdo para que haya lista de consenso.

Ese objetivo es agitado especialmente por el radicalismo, y sobre todo por el senador Daniel Kroneberger, aunque hay dirigentes nacionales del PRO que son los que más fogonean la necesidad de que el diputado nacional Martín Maquieyra sea precandidato del sector.

En estas horas se siguen cocinando posibilidades, porque en la UCR tienden puentes con dirigentes del PRO que estarían dispuestos a aceitar una lista de consenso. Entre esos referentes se incluiría Carlos Javier "El Colo" Mac Allister, pero no está claro que su palabra pueda tener más peso que la de las estructuras porteñas de su partido, y en especial la de Horacio Rodríguez Larreta, que pretende un delfín propio en La Pampa.

En el radicalismo interpretan que si en las horas finales de las conversaciones ven al radicalismo efectivamente unido ante una posible interna, el PRO resignará sus chances de pelear mano a mano. La estructura clásica de la UCR le da ventajas en ese sentido, como quedó demostrado cuando esos enfrentamientos internos. También ha ocurrido que las disidencias dentro de la propia UCR facilitaron el aprovechamiento del PRO, como por ejemplo cuando Maquieyra logró su banca.

Claro que una pregunta es si el radicalismo está "verdaderamente" unido. Hay dirigentes que admiten que la candidatura de Kroneberger sería las más firme y fuerte, además de "natural", pero tampoco está claro que el exsenador Juan Carlos Marino o el diputado nacional Martín Berhongaray quieran demostrar tanta generosidad.

Además, en las últimas semanas se han disparado otras peleas en diversas localidades de la provincia, donde se hizo inevitable la puja entre dirigentes y espacios. Otra debilidad respecto de la fórmula provincial es que no han aparecido nombres femeninos potentes que puedan integrar la fórmula: a alguien se le ocurrió que María Alejandra Mac Allister podía ser vice de una "unidad" con Kroneberger encabezando la lista, pero por ahora ese armado quedó como una fantasía optimista.

Nuestra provincia abrirá el calendario electoral con las internas partidarias del mes de febrero y también por esa circunstancia es mirada desde las esferas nacionales como un territorio donde se pondrán en juego comicios paradigmáticos que pueden marcar el inicio del derrotero electoral del país.

El radicalismo se había imaginado un escenario soñado que ya no es exactamente el que pretendía, pero al menos quiere insistir en estas horas para ver si "Juntos" logra que sus figuras más fuertes disputen en los territorios más importantes, donde la elección puede llegar a definirse.

Eso implicaría que el candidato en Santa Rosa sea Francisco Torroba y que Maquieyra acepte dar la pelea por la Intendencia de General Pico.

Quedó imposibilitada la idea de que para mayo hubiera solo "dos boletas" en el cuarto oscuro, para forzar al extremo la polarización: la alianza antiperonista logró sumar al Socialismo, pero perdió a otros partidos pequeños que ya contaba de su lado, como Pueblo Nuevo y el Movimiento Federalista Pampeano.

Tampoco se finiquitó un arreglo para el que hubo muchos coqueteos pero no salió bien: el acercamiento de Comunidad Organizada y Juan Carlos Tierno quedó en expresión de deseos de algunos sectores internos, pero además provocó la fuga de algunos dirigentes y al menos la duda de otros referentes, que siguen evaluando si dan una pelea interna, o si directamente saltan de vereda para alinearse con el exintendente condenado y los apadrinados de Javier Milei.

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