La Pampa

Cómo llega al recinto el presupuesto 2026: Ziliotto, entre la resistencia y la interna

Aunque la oposición cuestionó puntos sensibles del proyecto, el principal desafío para Ziliotto vino desde adentro: el vernismo condicionó la discusión y mostró que hoy tiene la llave de la Legislatura. Habemus dictamen de mayoría.

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EL DIARIO digital

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Habemus dictamen de mayoría. Por estos días, en la Legislatura pampeana se discute mucho más que un Presupuesto. Lo que está en juego es el equilibrio de poder dentro del peronismo y la capacidad del gobernador Sergio Ziliotto para sostener un rumbo económico en medio de la crisis nacional. El miércoles el bloque del FreJuPa elevó dictamen por mayoría para aprobar el presupuesto y la oposición formal fijará posición en el debate, en la próxima sesión.

El proyecto para 2026 –definido por el propio gobierno como un "presupuesto de resistencia" ante el desfinanciamiento de Nación– llegará al recinto con los votos necesarios para aprobarse. Pero lo hará dejando a la vista un dato político contundente: la llave de la Legislatura no la tiene exclusivamente el Ejecutivo, sino el "ultravernismo" que responde a Carlos Verna.

Un presupuesto blindado desde adentro

Durante las rondas de ministros, quedó claro que la oposición cuestionó aspectos puntuales –discrecionalidad en el FODECO, recortes en obra pública, caída de fondos nacionales–, pero sin capacidad real de bloquear la aprobación. Fue la propia interna justicialista la que impuso condiciones.

El ministro de Hacienda, Guido Bisterfeld, defendió una proyección austera, equilibrada y sin endeudamiento, con fuertes recortes en obras y vivienda debido al retiro de la inversión nacional. Ratificó que el déficit previsional se está cubriendo con recursos de la coparticipación municipal y adelantó que, si Nación no envía fondos, podría ampliarse la detracción del 15%. Esa definición encendió alertas y generó debates políticos intensos.

Sin embargo, el verdadero foco estuvo en el rol protagónico del diputado Daniel Lovera, líder legislativo del vernismo, que volvió a marcar territorio frente al gobernador.

En dos discusiones claves –la ley de reestructuración de partidas y la distribución del Fondo de Desarrollo Comunal– el vernismo impuso modificaciones que obligaron al Ejecutivo a recalibrar su estrategia.

En el proyecto para habilitar reestructuraciones presupuestarias, Lovera logró incorporar una cláusula que obliga al Ejecutivo a informar semanalmente cada movimiento. Es una herramienta de control inédita y una señal política fuerte: la Legislatura no dará cheques en blanco.

En la discusión sobre fondos a municipios, otra vez, Lovera sorprendió proponiendo automatizar la distribución del FODECO. Aunque no avanzó de inmediato, instaló un tema que el Ejecutivo prefería mantener bajo control administrativo. Allí, el vernismo expuso diferencias con el ziliottismo sobre uno de los instrumentos más sensibles de la política territorial.

Ambas jugadas mostraron que el bloque oficialista puede acompañar al Gobierno, pero ya no sin antes negociar, condicionar y fijar límites.

Una aprobación con costo político

Ziliotto tendrá el Presupuesto que buscaba: equilibrado, sin deuda y con el foco en sostener salud, educación y servicios esenciales en un escenario de caída de recursos nacionales.

Pero el trámite parlamentario dejó evidencia de un nuevo mapa interno: la primera mayoría del peronismo sigue garantizando gobernabilidad, pero la conducción de la Cámara se recuesta cada vez más sobre el poder que aún acumula el exgobernador Carlos Verna y su tropa, que integra también la vicegobernadora y presidenta del cuerpo, Alicia Mayoral.

Ese espacio –la línea Plural, mayoritaria en el partido, que sigue girando al compás de Verna y con músculo legislativo– se permitió poner condiciones, corregir artículos y marcar agenda. El gobernador aceptó esas modificaciones para evitar una fractura y asegurar la aprobación.

La oposición, activa pero sin incidencia decisiva

Los bloques de UCR, PRO-Mid y Comunidad Organizada insistieron con los cuestionamientos de siempre: discrecionalidad en fondos municipales, necesidad de mayor transparencia, impacto del ajuste en obras públicas. Pero sus observaciones quedaron diluidas frente a la tensión interna del peronismo.

En los hechos, su rol fue secundario. La discusión verdadera transcurrió puertas adentro del FreJuPa. El frente de los bloques opositores, que el año pasado bloqueó algunas leyes, perdió cohesión después de la fragmentación que se produjo con el tratamiento de la ley que habilitó la licitación de la principal área petrolera de la provincia, El Medanito.

Lo que deja la pulseada

El presupuesto saldrá, pero deja un mensaje político claro: Ziliotto gobierna en un contexto de crisis externa… y con una vigilancia intensa dentro de su propio espacio.

La interna justicialista, catalizada por la figura orbitante de Verna y ejecutada por Lovera, ya no actúa solo como "ruido de fondo" sino como un actor con capacidad real de condicionar decisiones estratégicas.

Para el gobernador, el desafío será sostener ese equilibrio durante 2026, un año que se anuncia económicamente aúnm más restrictivo y políticamente áspero. La carrera de la sucesión, en 2027, se largó el mismo día de las elecciones legislativas de medio término, el 26 de octubre pasado.

El presupuesto de "resistencia" llegará al recinto con mayoría garantizada. Pero el proceso dejó marcado algo más profundo: una Legislatura donde el peronismo vota unido, aunque no piensa unificado.

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