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EL DIARIO digital
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La ciudad de Santa Rosa se encuentra de luto tras el triste desenlace de Pía, la niña de 12 años que luchaba contra un agresivo cáncer de hígado. El fallecimiento de la menor se produjo en Buenos Aires, donde se había trasladado junto a su madre y abuela para recibir un tratamiento especializado.
Pía había sido diagnosticada con hepatoblastoma, un tumor de 15 centímetros en el hígado con metástasis en pulmones, luego de que un dolor inicialmente atribuido a una contractura revelara la gravedad de su condición en agosto de 2025.
El caso de Pía había trascendido las fronteras de la enfermedad por la dura batalla que su familia debió enfrentar con la obra social (ADSA).
Según había relatado en los primeros días de octubre su tía, Pamela Álvarez, la obra social se negaba a cubrir el alquiler de un departamento en cercanías del hospital. Este alojamiento era crucial, ya que la indicación de la oncóloga infantil exigía un estricto aislamiento para Pía debido a la quimioterapia, con el fin de evitar infecciones.
"La obra social ofrece un hotel, pero le queda a 50 minutos del hospital. Ya nos pasó que tras la primera quimio, Pía levantó fiebre y tuvieron que trasladarla con urgencia", había señalado su tía en su momento.
Ante la falta de cobertura, la familia se vio obligada a costear por sus propios medios el alquiler de un departamento en Palermo, valuado en 800 dólares mensuales, apelando a la solidaridad de la comunidad pampeana para costear los gastos de alojamiento, comida y traslados.
A pesar del esfuerzo de la familia y de la campaña solidaria que se había iniciado en Santa Rosa para sostener el costoso tratamiento, la complejidad y agresividad del hepatoblastoma terminaron por arrebatarle la vida a Pía.