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EL DIARIO digital
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La jornada electoral en La Pampa concluyó a las 18:00 horas sin mayores incidentes, y con una participación que, según los primeros reportes, ronda el 70%. Las expectativas ahora se concentran en el conteo de votos, donde cada espacio político mide el impacto de la polarización nacional en un distrito históricamente dominado por el peronismo.

Recuperar las dos bancas
El PJ pampeano, bajo la marca Defendemos La Pampa, se juega la posibilidad de reafirmar su poderío histórico. El principal objetivo es recuperar las dos bancas de las tres que se renuevan, un desafío que requiere lograr una diferencia sustancial con la segunda fuerza.
Las declaraciones de figuras clave como el gobernador Sergio Ziliotto, quien señaló que "claramente se plebiscita un gobierno nacional", y la conflictiva, pero resonante reaparición de Carlos Verna le pusieron suspenso la estrategia de cohesionar las estructuras internas ante el enemigo externo.

La esperanza del PJ reside en que la defensa del "modelo pampeano", sumada al voto tradicional de sus bases y el rechazo a la política económica nacional, sea suficiente para asegurar el doble triunfo. La ansiedad del búnker pasa por determinar si la polémica interna desatada por Verna esta mañana impactó negativamente en la performance de su candidato, Abelardo Ferrán.
Medir el fenómeno Milei
Para el espacio libertario, la expectativa está ligada a la medición del fenómeno nacional en un contexto económico de gran incertidumbre. La Libertad Avanza, con Adrián Ravier a la cabeza, se propone dejar atrás su rol marginal en la provincia.

Si bien no tienen la estructura territorial ni la militancia del PJ o del radicalismo, el equipo confía en que el voto de protesta contra la "casta" política, sumado a la visibilidad del Ejecutivo Nacional, les permita obtener una banca. El escrutinio dictaminará si el contexto nacional fue un motor suficiente para impulsar a la lista provincial más allá de la base ideológica.

No quedar excluido de la polarización
La coalición opositora de Cambia La Pampa llegó a este proceso con una necesidad imperiosa. Su mayor desafío era evitar ser excluidos por la fuerte polarización entre el PJ y La Libertad Avanza, un escenario que suele licuar las opciones intermedias.
La estrategia de los radicales y sus aliados se centró en apelar al electorado moderado y a la tradición de ser la principal fuerza opositora con presencia en el Congreso.
Si logran mantener un piso firme de votos, la coalición podría resistir el embate libertario y garantizarse la continuidad en el Congreso. Si no lo consiguen, la fragmentación del voto en la oposición podría significar un triunfo completo para el peronismo o, en el peor de los casos, ceder su espacio a la nueva fuerza de derecha.
La Pampa está en vilo. La suerte de las tres bancas ya está en las urnas, y solo las cifras del escrutinio final determinarán si la hegemonía se reafirma, si el fenómeno libertario se asienta, o si la oposición tradicional logra sobrevivir a la tempestad política de esta elección intermedia.