La Pampa

Verna prendió el ventilador y salió a criticar a todos

El exgobernador salió al cruce de propios y extraños, incluso de los candidatos, durante una conferencia de prensa que encabeza en solitario en General Pico luego de haber votado. El único que quedó a salvo fue el gobernador Ziliotto.

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EL DIARIO digital

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El peronismo pampeano se despertó este domingo electoral con una certeza de unidad, un pacto forzado por la amenaza de La Libertad Avanza. A media mañana, esa certeza fue pulverizada por un solo hombre: Carlos Verna.

El exgobernador votó en la Escuela 264 de General Pico y, rompiendo un largo silencio político, citó a la prensa para lanzar una andanada de críticas que no solo ajustan cuentas personales, sino que redefinen la geografía de poder dentro del PJ Pampeano.

La triple descarga: Vanini, Ferrán y Bensusán

La conferencia de Verna fue selectiva y quirúrgica, apuntando a tres figuras clave que representan, de distintas formas, la cercanía al poder actual y la línea sucesoria.

El dardo más venenoso fue para José Vanini, actual Secretario General de la Gobernación. Al llamarlo "Judas" y "mal funcionario", Verna no solo lo descalificó moral y profesionalmente, sino que expuso el nepotismo subyacente al decir que Vanini está en el cargo solo por ser su "sobrino político". 

El exgobernador le adjudicó el término "ultravernismo" que circula en los medios al propio Vanini. Aseguró que "eso lo instaló un grupo de periodistas que circunvala alrededor del Secretario General de la Gobernación, que es el que le paga la pauta a la mayoría de ustedes, que no solamente dispone de la redacción de algunas noticias, sino que le hace cambiar títulos (…) que como todos saben es José Vanini".

"Yo digo que es como Pedro, porque fue el primero que me negó, o fue como Judas, porque fue el primero que me traicionó", soltó en término bíblicos. Luego dijo que "no tiene capacidad para ese cargo" y reveló que "hubo una reunión de algunos diputados y de la vicegobernadora con el gobernador y con Vanini, en la que le pidieron a Vanini que renunciara. Y Sergio (Ziliotto) lo defendió".

Verna advirtió sobre el riesgo político de la "soberbia" de Vanini en la Legislatura, donde el oficialismo tiene 15 votos y la oposición 15. "Pelearse con la vicegobernadora como se pelea él, pelearse con algunos legisladores (…) implica que en cualquier momento o perdemos el desempate o perdemos la votación", analizó.

En segundo lugar, el exgobernador pulverizó la imagen del principal candidato a diputado nacional, Abelardo Ferrán. "En mi opinión personal, es un mal candidato", sentenció. Verna argumentó su postura recordando el pasado de Ferrán como ministro de la Producción "en una provincia agropecuaria que defendió la 125 y el cierre de la exportación agrícola".

Además, criticó un hecho reciente: "Hubo un programa en Santa Rosa hace unos días, donde los invitados llevan productos de La Pampa, y él llevó vinos de Mendoza, del Valle de Uco. Parece que no sabe, Ferrán, de que en Casa de Piedra el gobierno está haciendo una bodega y que tenemos vinos pampeanos que han ganado premios".

Pero las críticas más fuertes fueron en el plano personal. "Yo creo que Ferrán es un mentiroso", afirmó. Verna desmintió que el candidato se haya preocupado por su salud: "Nunca me llamó. Y yo creo que es de mala entraña mentir sobre la salud de una persona en ese momento".

Finalmente, Verna castigó a Pablo Bensusán, exaliado y actual senador, responsabilizándolo de haberlo marginado de reuniones políticas. Este ataque es la prueba de que el exgobernador sintió una exclusión real del armado y que el reciente "pacto de unidad" con Ziliotto no garantizó su influencia.

"En Pico se organizaron varios eventos, a ninguno de los cuales me convocaron los coordinadores de la campaña. Y los peronistas somos recontra-disciplinados. Si alguien dispone que tenemos que ir, vamos, y si no nos invitan, no vamos", sostuvo.

Luego relató que, siendo delegado departamental por Maracó, no fue invitado a una reunión provincial del partido. "Le pregunté al secretario administrativo, Julio Martín, por qué no me habían invitado y me dijo que el senador Bensusán le había dicho que no me invitaran, que invitaran a mi suplente", disparó.

Y aprovechó para restarle autoridad al senador: "Bensusán es el primer senador peronista por la minoría. Desde que se instaló el sistema de votación directa (…) hemos sido senadores, Marín, Lobera, yo, siempre como senadores por la mayoría. Él fue el primero que las perdió. Así que no creo que tenga autoridad, o por lo menos no tiene voto para poderme dar indicaciones a mí".

El mensaje de la tregua, pero...

Curiosamente, el único dirigente que salió ileso de esta purga pública fue el actual mandatario, Sergio Ziliotto. Al expresar que se reunirá con él y que "van a seguir construyendo", Verna marcó un límite claro: su guerra no es contra la institución de la Gobernación, sino contra los hombres que, a su juicio, lo traicionaron o lo marginaron del círculo de decisión.

Las declaraciones de Verna, en pleno desarrollo de la votación, tienen la potencia de una bomba de racimo. Más allá del resultado electoral por las bancas nacionales, el peronismo pampeano enfrenta ahora una crisis de conducción abierta y una reestructuración forzada.

El "Ventilador de Verna" no solo arrojó críticas; reabrió una interna que el PJ se esforzó por ocultar, forzando a Ziliotto a tomar una decisión ineludible una vez que cierren las urnas: ¿reafirmará su alianza con los "traidores" o acatará la sentencia política del ineludible caudillo?

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