Escuchá esta nota
EL DIARIO digital
minutos
Alejandra Falcón, la madre de Lía, escribió una carta recordado a su hija luego de finalizadas las audiencias del juicio contra Francisco Roldá, el hombre que conducía el auto que embistió y mató a la joven en enero de este año, en la esquina de Circunvalación y Cavero, en Santa Rosa.
Alejandra declaró esta semana en el juicio y luego participó de todas las audiencias, sentada frente al imputado por la muerte de su hija.
"Mi nena grande, hasta que nos volvamos a encontrar", se titula el texto y expresa textualmente lo siguiente:
Hoy después de 4 días de juicio volvimos al día uno, pero está vez dolió, está vez si supe quién te arrebató la vida, los sueños, y todo lo planeado. Esta vez pude ver a los ojos a un hombre frío, inmutable ante el dolor ajeno, me miraba con una naturalidad que no podría explicar, esa frialdad que solo alguien que sabiendo que hizo las cosas mal, sigue su mentira.
Cuando te volví a ver en ese video, mi mundo se volvió a desmoronar, pero en esa imagen es la última vez que te veo con vida, mi flaca hermosa, con esa dulzura que te caracterizaba. Verte caminar y de golpe, en un instante, un hombre sin corazón apagó tu vida, en un abrir y cerrar de ojos, te mató, destrozando tu cuerpo de una manera aberrante, escuchar que quedaste solita tirada en el asfalto con tus manitos tendidas, tu ropita rota, llena de sangre, esa sangre corría por tu cabeza, nariz y boca. ¿Cómo entender, tu cuerpo pequeño todo quebrado, golpeado y ya no estaba esa cara hermosa, ese aro en tu nariz que tanto cuidabas? ¿Cómo entender tanto dolor, tanto daño? ¿Era necesario ir a esa velocidad? Cruzaste la calle caminando, solo eso y en tu derecho, saber que hablan de vos en ese juicio como si fueras un pedazo de carne, o como un perro esa pibita como te llamó el imputado se llamaba Lia Falcon, ver las risas burlonas de la defensa peleando como si fuera un juego, defendiendo a una persona que mató, pero como todos saben por la plata baila el mono. Ver asegurar que él es el pobre hombre entre comillas me hace acordar cuando te decía: Lia en el mundo hay gente mala y vos no lo creías. Hoy lo verás desde el cielo.
Dimos todo lo humanamente posible sin ayuda de nadie más que de los que te queremos, la sociedad y los medios y sobre todo el soberano Dios. Logramos llegar en nueve meses a estar a un día de los alegatos, donde solo espero que ese tribunal marque la diferencia de la corrupción en la tierra y que den la condena ejemplar: homicidio simple con dolo eventual, que tu muerte no sea en vano, que vean la verdad de todo, te lo deben, porque en sus manos está la responsabilidad de decidir qué hacer ante la muerte de una nena.

Lía Falcón murió tras ser embestida en la esquina de Circunvalación y Cavero.
Se acerca tu cumpleaños, el 21 de noviembre: no cumplirás tus 23 años, no habrá torta, regalos, no estarán tus amigos en casa, pero nosotros jamás te olvidaremos, solo confío en Dios en el que me sostuvo y entra a la sala conmigo cada día.
Le pegaron a tu gente estar en el juicio, pero a Dios nadie se la puede cerrar, nadie cree que él solo él, puede manifestarse. Yo lo creo, no puedo explicarte el dolor que siento, ese vacío, te extraño ya no logro dormir, pienso en vos a cada momento y miro la puerta recordando cada vez que entrabas con tu alegría que hoy ya no está.
No sé cómo seguir. Me siento perdida, pero sigo por los que quedaron y por la promesa que te hice. Te juro que no voy a parar hasta ver al responsable tras las rejas, no confundan educación, inteligencia, con tranquilidad. No, eso jamás, yo no soy tranquila sino, no hubiera llegado hasta acá.
Pido justicia por vos, mi nena grande, tengo tu voz y tu risa en mis oídos y los mejores recuerdos en el alma, pero no alcanza. Faltás vos en esta tierra, y me preguntó ¿a dónde iba tan rápido ese auto que te mató en el acto? Volaste metros hasta caer y la vida se te apagó ¿eso les parece justo? Nadie merece morir así, ninguna madre tendría que enterrar a sus hijos, ¡Qué ironía mi pequeña, mirabas todos los casos pensando en las mamás y jóvenes que morían! y hoy SOS el caso Lia.
¡Qué injusticia!
¿Qué pensó ese hombre cuando cometió esta terrible atrocidad?
Ya queda poco para saber la condena y a pesar de haber vivido un infierno todos los que te amamos, yo te prometo justicia por vos y no me importa nada de lo que digan de mí porque yo solo sé mi dolor. Solo yo sé lo que es buscar con desesperación a tu hija que salió caminando de tu casa con un hasta luego y nunca volvió. Yo perdí una de las mejores cosas que Dios me dio, a vos hija mía.
Hoy y siempre justicia por Lia y condena ejemplar.