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EL DIARIO digital
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El objetivo es sistematizar e irrigar ese extenso campo para el desarrollo de actividades agropecuarias y para la radicación de varias familias de la comunidad en el lugar.
El campo en cuestión se ubica a media hora de la ciudad de General Conesa, provincia de Río Negro. En particular, las más de 5.000 hectáreas adquiridas por Nueva Esperanza corresponden al denominado «Negro Muerto», un amplio valle costero al norte del río Negro.
Se estima que entre 30 y 50 familias de la colonia menonita se radicarán en esa zona del norte patagónico para realizar actividades agropecuarias bajo riego. Al tratarse de un lugar de incipiente desarrollo, es posible decir que la llegada de Nueva Esperanza al Negro Muerto es un evento que dará origen a una nueva comunidad rural en Río Negro.
"Esta operación inmobiliaria no es más que el reflejo del brillante futuro inmediato del Negro Muerto, un valle de alrededor de 62.000 hectáreas regables. Debido a su potencial e incipiente pero firme desarrollo, bien podría decirse que esa región es un diamante en bruto", expresa el diario Río Negro.
Además de las vastas extensiones de tierra, la abundancia de agua de calidad proveniente del río Negro y las excelsas características climáticas para el desarrollo de diversas actividades primarias dotan a este valle de notables ventajas para el agro. Una muestra de ello es Kaita Co, un campo del lugar donde ya se han logrado hasta 64 quintales por hectárea (qq/ha) de soja y 84 qq/ha de trigo.
El desarrollo definitivo del Negro Muerto aguarda por la concreción de un ambicioso proyecto de electrificación, elaborado por el gobierno de la provincia de Río Negro. Mientras tanto, la iniciativa privada sigue dando muestras del interés por la región, con la Colonia Menonita Nueva Esperanza constituyéndose como protagonista del más reciente hito.
Colonia Menonita Nueva Esperanza
En nuestra provincia, a 35 kilómetros de Guatraché, se encuentra la Colonia Menonita Nueva Esperanza. Fue fundada en 1986 por familias provenientes de México y Bolivia que buscaban un lugar aislado donde vivir según sus creencias, levantó sobre diez mil hectáreas una nueva comunidad rural en el centro del país, donde conservan sus tradiciones holandesas y alemanas e instalaron un tambo, huertas y talleres.
La colonia menonita se despliega en 10 campos en los que detallan principalmente la actividad metalúrgica y carpinteria, además de la producción agrícola.
Sin renunciar a su estilo de vida, la colonia en la actualidad se ha abierto lentamente al turismo. Quien llega puede recorrer la quesería, la carpintería o la metalúrgica, ver cómo se crían los animales o se construyen carruajes, y comprar los productos elaborados por ellos mismos.
Fuente: diario Río Negro