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EL DIARIO digital
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Cada año, cuando se acerca el 30 de agosto, muchos argentinos comienzan a mirar el cielo con atención. ¿Lloverá? ¿Se desatará esa clásica tormenta eléctrica que parece marcar el fin del invierno? En Santa Rosa, La Pampa, esta pregunta no es solo una curiosidad meteorológica: es parte del ADN cultural. Este año, según el pronóstico, las lluvias llegarán el sábado y domingo, justo a tiempo para revivir la leyenda de la Tormenta de Santa Rosa.
La leyenda que desafía el paso del tiempo
Como cada año, se recuerda la historia de Santa Rosa de Lima, quien en el siglo XVII habría invocado a Dios para detener un ataque pirata sobre la ciudad de Lima. Según la tradición, una fuerte tormenta respondió a su pedido, dispersando a los invasores. Desde entonces, se asocia a Santa Rosa con lluvias intensas que suelen aparecer cerca del 30 de agosto, fecha de su festividad
¿Y qué dice el pronóstico?
Para este fin de semana, el pronóstico del Servicio Meteorológico Nacional indica:
Sábado 30: cielo cubierto, con posibilidad de lluvias aisladas. Temperatura máxima de 16 °C.
Domingo 31: lluvias más intensas durante la tarde y noche, con un marcado descenso térmico. Máxima de 10 °C.
Aunque no se anticipan tormentas eléctricas fuertes, el escenario cumple con los ingredientes clásicos: cambio de estación, descenso brusco de temperatura, y lluvias que se alinean —como si obedecieran a un guion antiguo— con la fecha de Santa Rosa.
Ciencia vs. mito: ¿cuántas veces ocurre realmente?
Estudios del Servicio Meteorológico Nacional indican que en un 50 a 60 % de los años se registran lluvias o tormentas cerca del 30 de agosto. Pero tormentas eléctricas intensas, como las que evocan la leyenda, solo se han dado en una minoría de los casos. Aun así, para muchos, no importa tanto si la ciencia lo avala: lo importante es la conexión con la historia y la tradición.
El cielo, la memoria y lo que viene
Aunque el fenómeno no es garantizado, este 2025 parece querer alinearse con la tradición. Santa Rosa se prepara para recibir lluvias este fin de semana, y con ellas, la evocación de una tormenta que une generaciones.
