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EL DIARIO digital
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La campaña de la alianza violeta que integran La Libertad Avanza y el PRO empezó con tensiones que van más allá de lo que se imaginaba hace un par de semanas: el viaje tranquilo de Adrián Ravier hacia la banca en el Congreso encontró una piedra en su zapato con la aparición en escena de Martín Matzkin, el delfín que ubicó en la lista la ministra de Seguridad Patricia Bullrich.
El ala libertaria más cercana a Ravier quiere esconder a "El Facha" Matzkin en la campaña, porque su figura contradice el relato anti-casta que pretenden instalar los promotores del soldado de la Fundación Faro.
Matzkin fue dirigente del PJ pampeano, pegó un portazo para irse con Carlos Javier Mac Allister al PRO, se acomodó como síndico opositor en Pampetrol, fue alejándose de la conducción amarilla, se ubicó bajo el ala de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich y termina violeta, diciéndose a sí mismo soldado de La Libertad Avanza, en una lista donde los otros integrantes lo miran de reojo.
El apellido Matzkin es uno de los más remanidos en el sistema político pampeano, sinónimo de casta. El jefe del clan, Jorge "Toto" Matzkin fue protagonista central en la década del menemismo, pero también durante el gobierno de Eduardo Duhalde, asociado a un tiempo de privatizaciones, corrupción e impunidad. Además de su sobrino "El Facha", que siempre estuvo a su lado, otro joven dirigente como David Matzkin -hijo de El Toto- también frecuentó diversas veredas para acercarse al poder, y ahora es una referencia del intendente Luciano di Nápoli dentro del PJ pampeano.
Quiso ser cabeza, no se dio por vencido
La presencia de "El Facha" en la lista es fruto del tironeo y acuerdo entre Bullrich y Karina Milei, pero Matzkin nunca contó con el visto bueno del propio Ravier, ni de la dirigencia de La Libertad Avanza que logró ordenar el partido después de que estuviera flojo de papeles y envuelto en una interna que la propia dirigencia bautizó como un "cachivacherío".
Matzkin quiso ser primer candidato a diputado él mismo, y operó para que el gobierno nacional no pusiera a Ravier en ese sitial. Hizo lobby en las altas esferas, motorizó encuestas de consultoras, tendió puentes en los espacios de poder a su alcance. Cuando entendió que Ravier era "imbajable", no se resignó del todo: metió presión para aparecer aunque sea tercero.
En principio, obviamente, ese puesto no es expectatable. Pero si en política nadie deja nada librado al azar, no es un delirio pensar que Matzkin aspira a un triunfo que le permita a LLA conseguir dos bancas y al sueño de que en algún momento el presidente Javier Milei pueda convocar a Ravier a ser parte del Ejecutivo.
Jugando a las escondidas
Mientras el ala libertaria pura quiere jugar a las escondidas con Matzkin, él mismo -y no el partido, ni otro sector, ni el propio Ravier- difundió en sus redes sociales una foto en la que los dos aparecen con la lapicera en la mano, firmando la lista que competirá el 26 de octubre.
El Diario ya describió días atrás que en el PRO hay una feroz puja interna por el poder partidario, que protagonizan sobre todo "El Colo" Mac Allister y el diputado nacional Martín Maquieyra, en la que Matzkin a su modo mete la cola, alineado con el legislador que termina su mandato el 10 de diciembre. Matzkin no está formalmente afiliado al PRO, pero viene siendo protagonista de esa pelea, tal como Bullrich lo fue en el nivel nacional con Mauricio Macri hasta que decidió cambiar de bando formalmente.
Por eso no fue un detalle menor que en plena discusión por Medanito se produjera esa aparición en escena de personajes que cortan el bacalao a nivel nacional: Matzkin resucitó en las redes sociales después de un prolongado ostracismo, y se puso la camiseta de Maquieyra en la disputa que tendrá nuevos capítulos en las próximas semanas.
Hacía rato que Matzkin no decía una palabra sobre la vida pública en La Pampa, pero metió la cola justo en un momento de máxima tensión.
Alineamiento violeta
El PRO se alineó con La Libertad Avanza pese a que "El Colo" y Marita Mac Allister y otros referentes de la conducción del partido veían con mejores ojos un pacto con el radicalismo. La ausencia de un candidato competitivo y la sucesión de tropezones y papelones de la UCR volvió imposible esa alianza.
Pero además empezaron a tejerse tramas en el nivel nacional, donde Matzkin, que en un momento hizo el intento de posicionarse como candidato, volvió a su viejo rol de operador. Karina Milei y Lule Menem manejaron algunos hilos por vía de Juan Pablo Patterer y lo que meses atrás parecía imposible, se dio: un arreglo entre partes que además se tiñó muy de violeta.
En Buenos Aires, el diputado nacional Martín Ardohain y la senadora Victoria Huala rubricaron las conversaciones, con "El Colo" Mac Allister al teléfono, monitoreando los acuerdos, que estuvieron a punto de irse por la borda.
Es tan grande la grieta en el PRO que el nombre de la segunda de Ravier en la lista, Adriana García, todavía despierta desconfianzas. La excandidata a intendenta de General Pico sabe que La Libertad Avanza la quiso bajar.
Como sea, el día de la firma del pacto se lo notó eufórico a Ardohain, que se había mantenido relativamente fiel a los Mac Allister. Con el arreglo violeta sonrió por lo bajo, porque hace rato que se siente como pez en el agua en territorio libertario. Se sabe, efectivamente, un "héroe fiscal", como lo llamó Milei junto a su coequiper Maquieyra.
El dirigente piquense termina su mandato el 10 de diciembre, pero se sabe considerado para ocupar un puesto en algún área energética del gobierno nacional.