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EL DIARIO digital
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La movida del sector ultravernista en la Legislatura, en relación a Medanito, generó en el PJ pampeano molestia y sorpresa, en un momento inoportuno en el que nadie esperaba semejante reacción. Fue una bomba para la interna, sucedida -como suele ocurrir- por un sepulcral silenzio stampa.
El comunicado que se presentó a la opinión pública como un posicionamiento del bloque completo fue en realidad una creación del grupo que responde al exgobernador Carlos Verna, difundido en un momento de extrema sensibilidad política.
Pero ninguno de los otros diputados y diputadas quiso chocar con ese planteo, a excepción de Liliana Robledo, que al menos se animó a explicar públicamente que ese texto no contaba con el visto bueno mayoritario, sino que era surgido de un grupo.
Daniel Lovera es cabeza visible de ese espacio, que también integran Hernán Pérez Araujo, Juan Barrionuevo, Noelia Sosa, Silvia Larreta y Carolina Giussi, quien no participó de esta reunión puntual.
Sí participaron en la cumbre dos legisladores de Identidad Peronista y de Convergencia, que aunque no disimularon su descontento tampoco lo expresaron públicamente. El crítico comunicado salió como si fuera del bloque, que es presidido por Espartaco Marín.
Más sugestivo fue que en ese contexto se aceitó un encuentro entre el gobernador Sergio Ziliotto, el jefe de bloque y el secretario general de la Gobernación José Vanini, para agilizar el llamado licitatorio. Después de concretada esa cumbre, apareció el documento.
Además el posicionamiento, a primera vista, no se referencia en alguna novedad específica que haya motivado la reacción. Se produce, sí, en las horas previas al encuentro entre el Sindicato del sector que comanda Marcelo Rucci y la Secretaría de Trabajo en manos del ziliottista Marcelo Pedehontaá.
El gremio patalea porque la empresa Petroquímica Comodoro Rivadavia advierte su decisión de paralizar la producción y forzar a unos 90 trabajadores a que se tomen licencia por seis meses.
La tranquilidad oficialista además se vio sacudida en un momento en que el gobernador Sergio Ziliotto encontró un relativo alivio en medio de las tormentas de cada semana, al menos desde lo político.
El jefe del Ejecutivo pampeano apareció en la cabecera del encuentro de gobernadores que se plantan frente a Javier Milei por la coparticipación y anunció un adelanto local para que los municipios pueda pagar sueldos y aguinaldos.
Esas acciones, que implicaban una tranquilidad en un contexto siempre convulsionado, fue sacudida por la movida ultravernista.
La cuestión Medanito es una de las que más polvareda ha levantado en la Legislatura provincial, con algunas cuestiones que se analizan sobre la mesa y otras que se tratan en estricto silencio público.
No es ningún secreto que el petrolero es uno de los nichos que el ultravernismo cuida casi desde su nacimiento como sector.
En el revoleo de acusaciones, el ultravernismo no sólo apuntó a algunas dilaciones por parte de la oposición, no sólo hizo cuestionamientos a las empresas, sino que también le sacudió munición gruesa al gobierno provincial, y en especial a la Secretaría de Energía y Minería que comanda Matías Toso y a la empresa provincial Pampetrol.