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EL DIARIO digital
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La sesión del Concejo Deliberante de Santa Rosa se llevó adelante con sillas vacías: las de los concejales de la Unión Cívica Radical y la de Comunidad Organizada. El bloque radical decidió no participar del debate en el que finalmente se aprobó una ordenanza que habilita de forma excepcional la instalación de un hipermercado de la cadena Carrefour en una zona donde el Código Urbano Ambiental lo prohíbe expresamente.
"Reafirmamos nuestro compromiso con una planificación urbana responsable, transparente y participativa. No seremos cómplices de los negocios del Ejecutivo, de privilegios hechos a medida del poder económico de turno, de un nuevo atropello a los vecinos", plantearon. "Quienes hoy apoyaron esta excepción, serán responsables de sus consecuencias", dispararon.
Desde la UCR denunciaron que la medida, impulsada por el intendente Luciano di Nápoli, representa una "maniobra arbitraria" que responde a intereses económicos privados vinculados al propio Ejecutivo municipal. En un comunicado titulado "Di Nápoli y la encrucijada entre el Código Urbano y los privilegios", los ediles sostuvieron que la excepción fue tratada de manera exprés, sin el análisis técnico ni el debate legislativo correspondiente.
"Se rechazó nuestro pedido para que el proyecto vuelva a comisión. Fue una señal clara de que no había voluntad de escuchar otras voces", expresaron desde el bloque radical. Durante el breve paso por comisión, entidades como el Colegio de Arquitectos y la Cámara de Comercio expresaron su rechazo al proyecto, advirtiendo sobre el impacto negativo en el desarrollo urbano y la economía local. Sus argumentos, aseguran los concejales, fueron desestimados sin mayor consideración.
El punto más criticado de la ordenanza es que permite la construcción de una superficie comercial que duplica la extensión permitida para esa zona, lo que, según los opositores, contradice abiertamente el espíritu del propio Código Urbano Ambiental que el intendente promovió en gestiones anteriores.
"El mismo Di Nápoli que antes defendía que las grandes superficies se ubiquen en las afueras de la ciudad, hoy entrega el Código con una rapidez llamativa", señalaron. También apuntaron contra lo que consideran un trato desigual: "Mientras a los vecinos se les exigen trámites interminables para una simple excepción, a las grandes empresas se les allana el camino sin obstáculos".
El comunicado cierra con un juego de palabras que resume la postura de los concejales: "Paradójicamente, 'Carrefour' significa 'encrucijada'. Di Nápoli tuvo que elegir entre respetar su propio Código o seguir el GPS de los negocios. Eligió lo segundo".