Escuchá esta nota
EL DIARIO digital
minutos
La docente e investigadora universitaria María Eugenia Comerci publicó y compartió una carta que recibió su abuela, Inés Moralejo en el año 1946, cuando decidió ser maestra en el Chaco, por entonces territorio nacional. La carta, en el Día del Maestro, habla de la vocación de las y los maestros, de entonces y del presente.
"Han sido mis deseos el hacer estas líneas que sean portadoras del aliento más sincero, más puro y de todo corazón que tenga el coraje y el valor suficiente para enfrentar la noble profesión del magisterio", le dijo ese compañero, Raúl González a la abuela de la docente universitaria.
Comerci contó que "hace un tiempo mi tía me dio esta carta que recibió mi abuela en 1946. Me dijo: "es justo que la conserves vos por el vínculo que tenías con tu abuela y por lo que para vos significa ser docente".
"La carta la escribió un maestro compañero del Centro Artístico y Cultural de Quemú Quemú cuando mi abuela decidió irse a ejercer la docencia al Chaco. Ese viaje al monte profundo sin duda la marcó y siempre me contaba historias de lo vivido. En el día de las maestras y maestros quiero recordarla a través de este testimonio, que además de ser un tesoro familiar, nos habla de la profesión del magisterio y del compromiso social que tenían las y los docentes", dijo María Eugenia Comerci.
La carta decía:
QUEMU QUEMU, 4 de marzo de 1946
Señorita Inés Moralejo
De mi mayor consideración y aprecio.
Mucho lamento no poder hacer acto de presencia a la reunión de buenos amigos, y mas siendo motivo de ella el tener que ausentarse para iniciar la lucha por la vida. Han sido mis deseos el hacer estas líneas que sean portadoras del aliento mas sincero, mas puro y de todo corazón que tenga el coraje y el valor suficiente para enfrentar la noble profesión del magisterio.
En el poco tiempo que la he tratado como compañero del Centro Artístico y Cultural de Quemú Quemú, he podido apreciar su carácter tenaz para la lucha, sé que puede afrontar situaciones difíciles y está preparada para enfrentar los obstáculos que le oponga el destino.
La admiro y aprecio porque haber tomado esta decisión, interpreta fielmente lo que enseña la pedagogía y vienen a mi memoria las palabras que siempre repetía mi viejo profesor de la materia, a punto de terminar el magisterio: "Ustedes son maestros, están preparados para la lucha, son soldados anónimos que deben ir a donde la patria los necesita, deben hacerse al ambiente, buscando siempre el camino recto, que es el mas corto y el mas noble, porque así lo exige la profesión".
No tenga miedo a la distancia, en se rincón de nuestro querido suelo, podrá apreciar lo bello y grande si va a hacer el viaje por el rio remontará el hermoso y majestuoso Paraná- que tantos recuerdos guardo en mi vida de estudiante. ( .)
Inés, cuando en ese rincón de nuestro suelo, sienta las nostalgias de su pueblo, la falta de cariño de sus padres, recuerde que también ellos dejaron su terruño, cruzaron el océano y lucharon con destreza y valor para formar tan noble hogar. ( .) Déjese adorar por el cantar de los pájaros y el perfume de las flores que ofrece la naturaleza y quizá sea para Ud. el Chaco un hermoso lugar, como para sus queridos padres que lo encontraron en nuestra Patria.
Espero que estas líneas que van brotando de mí sean como un bálsamo, como un reconfortante que le haga mucho valor para despedirse de su familia y vean su alma y espíritu tranquilo y dispuesto para enfrentar la lucha por la vida. ( .)
Compañero Maestro Raúl González"