Un motociclista fracturado en Pico
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EL DIARIO digital
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El lunes pasado se reunieron varios sectores del peronismo santarroseño en una sede de Convergencia Peronista y el diputado nacional Hernán Pérez Araujo se sumó a este tipo de encuentros en representación del vernismo puro y duro. "Estoy acá porque me autorizó Carlos Verna", avisó. Los sectores no kirchneristas del oficialismo estrechan el cerco para obligar al jefe comunal a sentarse a negociar.
Los sectores peronistas que no responden al kirchnerista Luciano di Nápoli siguen posicionándose para reclamar espacios en el armado electoral del año próximo y agitan la posibilidad de una interna si el jefe comunal, que irá por la reelección, no se baja del caballo y se sienta a negociar.
La reunión de este lunes se hizo en un local de Mansilla y Urquiza. El diputado provincial Espartaco Marín hizo de anfitrión. Estuvieron el marinismo, también con la legisladora nacional, Varinia Marín, como representante; Compromiso Peronista, con el secretario de Cooperativas, Fabián Bruna, como vocero; el Movimiento Evita, con el diputado Leonardo Avendaño como principal referente; y el Nuevo Espacio de Participación (NEP), con la secretaria de la Mujer, Liliana Robledo, como delegada.
Estos sectores ya se venían reuniendo desde hace varias semanas. Pero la novedad de cónclave del lunes pasado fue la aparición de un alfil del exgobernador Carlos Verna, que sigue recluido en General Pico, aunque no deja de llamar por teléfono ni de supervisar las movidas y estrategias de los dirigentes más afines.
En los próximos días habrá una reunión ampliada, a la que se sumarían otras organizaciones y sindicatos. "Ya están invitados dirigentes kirchneristas, no camporistas", aclaró a El Diario uno de los organizadores.
Los representantes de las líneas aclaran que el objetivo no es plantarle una interna a di Nápoli. Pero reconocen que sí buscan condicionarlo, gestar una mesa política, que incida en el armado electoral para las elecciones del año próximo. Le reprochan, eso sí, que no hubo espacios para ellos en la gestión, que fueron relegados por aliados fuera de la estructura pejotista, sectores de centroizquierda que lo acompañan desde despachos de funcionarios.
A nadie se le escapa que Santa Rosa es un distrito clave para cualquier elección, el más importante en cantidad de votos y uno de los pocos donde el oficialismo salvó la ropa en el revés de la última elección legislativa. Hasta ahora di Nápoli no acusó recibo de las movidas. Pero puede respaldarse en ese activo: si el gobernador Sergio Ziiotto pretende la reelección, tendrá que conciliar estos reclamos del resto de los sectores del peronismo hacia el kirchnerismo de Santa Rosa, con una unidad necesaria para sus aspiraciones y para evitar una derrota en 2023, un escenario posible y que ilusiona a la oposición.
Por lo pronto, los funcionarios más cercanos al gobernador, que tienen base en la capital pampeana, no participaron de la movida de las líneas históricas de PJ. "Los invitaron, pero los bajaron", aseguraron a El Diario.
Solo el tiempo dirá si "la sangre llega al río" y se arma una interna. Por ahora parece complejo y lejano. Pero en todo caso lo que hay es una especie de "piquete" para que La Cámpora abra sus puertas a una discusión con sectores a los que en ocasiones directamente ningunea. Desde el kirchnerismo podrían llegar a exigir lugares en la lista de diputados provinciales, por ejemplo, a modo de prenda de negociación, compensación.
Las legislativas del año pasado instalaron en el oficialismo el fantasma de una posible derrota: el fin del "invicto" desde el regreso de la democracia activó algunas certezas, pero eso no implica que cada espacio no dispare sus ambiciones. En muchos casos hay negociaciones cruzadas, que mezclan en una misma mesa de conversaciones el escenario nacional y el local. Y además esa coyuntura aparece atada a las líneas que bajen desde el nivel nacional.
