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EL DIARIO digital
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El consumo de carne cayó un 26% y el de leche un 18% desde que asumió la gestión del presidente Javier Milei, según el Instituto para el Desarrollo Agroindustrial Argentino (IDAA).
Durante este trimestre, la faena y la producción de carne vacuna disminuyeron aproximadamente en un 8% en comparación con el mismo período del año pasado.
En términos concretos, la faena acumula 3.266.000 cabezas de ganado, en contraste con las 3.545.000 del año anterior. Esto significa una reducción de 61 mil toneladas de carne, pasando de 806.000 a 745.000 en la misma comparativa interanual.
"Es importante destacar que el tipo de faena realizado corresponde en un 47% a hembras. Este porcentaje es muy alto para mantener el equilibrio en la cría de ganado", remarcaron.
A pesar de la significativa caída en producción de carne registrada en marzo de este año, las exportaciones aumentaron un 16,7%. En paralelo, las ventas al extranjero han aumentado un 21% en comparación con el mismo trimestre del 2023.
Se enviaron al exterior aproximadamente unas 242.000 toneladas de las 745.000 producidas, lo que representa un 32,5% del destino de nuestra producción, marcando una proporción histórica para nuestro país. De ese total, República Popular de China absorbe el 76.5%.
El informe detalla que el consumo de carne del mes de marzo cayó un 30% respecto de igual mes del año anterior, ya que pasó de 57.6 kg/hab./año a 40,3 kg kg/hab./año. Esto significa una caída del consumo interanual de 17.3 kilogramos por habitante.
"Si analizamos los datos noviembre 2023 y marzo 2024, se observa una caída significativa en el consumo de 14.4 kg por habitante por año. En noviembre de 2023, el consumo fue de 54,7 kg por habitante por año, mientras que en marzo de 2024 fue de 40,3 kg, lo que representa una fuerte caída del consumo del 26,4% desde la asunción del nuevo gobierno", precisaron.
"La situación descrita revela un panorama preocupante en el sector ganadero, donde el aumento significativo de las exportaciones se ha sustentado en una disminución drástica del consumo interno, más que en un incremento de la producción", aseguraron.
"Estos datos ponen de manifiesto la necesidad urgente de implementar políticas públicas que acompañen al sector ganadero, encontrando un equilibrio entre las exportaciones y el mercado interno, evitando así consecuencias devastadoras no solamente para el sector, sino en la economía de la mesa y consumo de los argentinos", completaron.
Leche
El estudio indica que durante los tres primeros meses del año, el consumo acumulado de leches fluidas medido en toneladas, cayó en promedio un 19,6% interanual. A su vez dentro de ese segmento, el consumo de leche fluida no refrigerada (habitualmente llamada de «larga vida») cayó un 20,6%, mientras que el consumo de leches fluidas refrigeradas cayó 14,3%.
Por su parte el consumo de leche en polvo cayó un 34% interanual en promedio en el acumulado del primer trimestre del año. Dentro de ese segmento, el consumo de leche en polvo entera y semi descremada se derrumbó un 37,8% en el primer trimestre, mientras que el consumo de leche en polvo descremada retrocedió un 5,1%.
El informe de IDDA señala que «Las leches fluidas representan el 21% del consumo y las leches en polvo el 8%. Así que estas constituyen el 29% del consumo total de lácteos de los argentinos», dando cuenta del lugar central que ocupa la leche en la nutrición, especialmente en las primeras infancias. El punto es verdaderamente crítico en los sectores de menores recursos, en los que el consumo de productos básicos acapara la mayor porción de los ingresos.
En efecto el informe estipula que «Los índices evidencian una fuerte baja en el consumo de leche y una clara tendencia a optar por productos más económicos, en este caso la leche fluida refrigerada que presenta una baja intertrimestral del -14%, y agudiza en marzo el bajo consumo de estas cayendo a un -20.2%. En la otra punta, la leche en polvo descremada, destinada a un segmento de mayor poder adquisitivo, sufrió la menor caída«.
El panorama es igualmente crítico si el análisis se amplía a otro tipo de lácteos. En el caso de los quesos, la caída interanual acumulada en el primer trimestre de 2024 alcanza al 10,4%, mientras que para el caso de los yogures y otras leches fermentadas, la caída llega al 23,3%.
La estrepitosa caída en el consumo, ya tiene su correlato en el sector productivo, donde los datos ya revelan una fuerte y progresiva caída en los primeros cuatro meses del año 2024. Un informe del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA) estipula que en el primer cuatrimestre del año, la producción de leche (medida en litros), cayó un 16,2% frente a igual periodo de 2023.