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EL DIARIO digital
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El cuidador y jockey brasileño Ari Soares de Oliveira rehusó declarar en la indagatoria que enfrentó este jueves en el Centro Judicial. Hizo uso de la opción de no declarar y solo le informaron de la acusación que enfrenta.
Ari de Oliveira está acusado por el envenenamiento de un caballo pura sangre, Festín Texano en el sutd Monte Verde de Cachirulo. Las imágenes de ese hecho fueron difundidas por El Diario y la noticia llegó a los medios nacionales.
El fiscal Oscar Cazenave solicitó la apertura del celular secuestrado a Oliveira, quien recibió una medida de restricción de 90 días. No se puede acercar al stud ni a los propietarios del caballo, la familia Iriarte.
Además, se evalúa si una nueva necropsia -a partir de la exhumación del caballo- podría aportar elementos de análisis en la causa. La primera necropsia estuvo a cargo de los propietarios de Festín Texano, quienes no desconfiaron de la versión inicial de Oliveira quien dijo que el caballo murió de un infarto. Por eso no se reservaron la sangre, los órganos ni los juegos gástricos, cuyo análisis podría aportar el dato de la sustancia utilizada para el envenenamiento del animal.
Las imágenes que se viralizaron son brutales: es el envenenamiento en directo de un caballo pura sangre en unos pocos segundos.
Primero se ve una persona (el cuidador Ari Oliveira) que ingresa al box donde está el caballo, con el pelaje brillante que se aprecia a pesar del manto que lo cubre. Le aplica una inyección y unos instantes después el caballo empieza a tambalearse, hasta que cae. Y después se empieza a ver la agonía y la muerte final.
El caballo se llamaba "Festín Texano". Un pura sangre que ganó en Palermo el 17 de diciembre pasado. La brutal escena transcurre en el stud "Monte Verde", de Cachirulo, propiedad de Miguel Iriarte. Ocurrió el pasado 5 de mayo. Fue denunciado penalmente por los dueños por la figura de maltrato animal y por daño.
Miguel Iriarte le explicó a El Diario que "Festín texano es un caballo ganador de Palermo. Nos dijo (el cuidador) que había muerto por un infarto. Confiamos en que había sido así, aunque el caballo estaba bien, sano. Y unos días después empezamos a ver las imágenes del stud, llegamos al minuto donde había muerto y vimos eso".
Las imágenes fueron difundidas en las redes por Belén Iriarte, la hija del propietario. Es estudiante de veterinaria. "Te nos fuiste Festín querido. De la peor manera. Pero esto no va a quedar así".
El abogado Nicolás Casagrande, patrocinante de los Iriarte, explicó que "la denuncia fue realizada el 13 de mayo. Hubo una necropsia, pero el veterinario forense no reservó la sangre ni los jugos gástricos".
Por ahora no se pudo determinar la sustancia que se le aplicó. La hipótesis es magnesio endovenoso (que paraliza el corazón) o un eutanásico equino. Pero evaluarán si hay algún tipo de análisis en los restos del caballo (la muerte fue hace quince días) para determinar la sustancia utilizada en la maniobra.
"De todos modos las imágenes son claras. Hay una causalidad en la aplicación de la inyección y lo que ocurre con el caballo que empieza a tambalearse y después cae", detalló el abogado.
El abogado destacó un detalle relevante. "El video es medio raro. Se puede ver que el cuidador manipula deliberadamente el celular para llamar (después que le aplica la inyección). Estaba con el celular esperando el desenlace", subrayó.
"Hay un primer contacto que no es con los dueños. Inicialmente no los contacta a ellos. No sabemos esa manipulación del teléfono con quien lo hace, pero no es con los Iriarte", explica.
Belén Iriarte, estudiante de veterinaria e hija de uno de los dueños de Festín Texano, lanzó en las redes un pedido y reclamo de justicia por el envenenamiento del caballo pura sangre.
En un posteo en las redes afirmó que "Ari Oliveira mató intencionalmente a Festín Texano". La acusación de la joven, quien vio crecer al pura sangre en el haras "Monte Verde" desde abril de 2022 cuando era un potrillo de poco más de un año, apunta a que se haga justicia con el acusado.
La joven también destacó: "Ari era su 'cuidador, entrenador y jockey'. Lo hizo sin piedad y mucha crueldad. Se puede ver en el video como lo inyecta, lo desata, le saca la cama, se pone a sacar fotos, a llamar por teléfono y barre cuando el animal finalmente muere".
Y remarcó: "Lo que hizo no tiene perdón de nadie! No podés matar y ver cómo el animal agoniza frente a tus ojos!".
