Confirman que la doble vía en Pico estará lista a fin de año
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EL DIARIO digital
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El peronismo volverá a protagonizar este sábado el tradicional rumoreo de sus encuentros partidarios: desde las 14 horas, el club Estudiantes de Santa Rosa será escenario del congreso provincial en el que las distintas líneas buscan marcar la cancha e incidir en la representación y la toma de decisiones.
La expectativa se acrecienta porque la reunión se produce en un contexto de crisis económica y convulsión política, con el peronismo pampeano como cabeza de la resistencia ante la ofensiva del régimen de Javier Milei.
Se descuenta que habrá un fuerte respaldo a las principales conductas y políticas públicas del gobierno provincial de Sergio Ziliotto, incluyendo su decisión de oponerse a la puesta en escena del Pacto de Mayo previsto para la semana siguiente.
Pero además el congreso empezará a dar indicios de los comportamientos internos del peronismo frente a lo que viene, y aunque corran tiempos difíciles desde lo social es inevitable la rosca que tiene como horizonte las elecciones legislativas del año que viene.
El temario formal señala que se deberá elegir al nuevo presidente del Congreso, a los nuevos congresales, a la Junta de Poderes, de la Junta Electoral y del Tribunal de Disciplina. Más allá de esos trámites, será un congreso para leer entre líneas, porque empezará a marcar el rumbo político de lo que se viene.
Apoyo a la resistencia
La figura de Ziliotto y su ejercicio del Poder Ejecutivo, como siempre pasa, despierta apoyos contundentes pero también algunas críticas que se escuchan por lo bajo y que disparan reacciones y comportamientos internos.
Aún desde diferentes sectores internos, el PJ avala lo actuado por Ziliotto respecto del gobierno nacional, su confrontación directa contra el ajuste y la decisión de poner a La Pampa a la vanguardia de la resistencia.
También hay planteos más técnicos respecto de la utilización del fondo anticíclico, un ahorro generado en La Pampa por distintas gestiones y que el oficialismo actual puso a jugar para bancar el abandono de los recursos nacionales.
Ziliotto dijo que Nación le debe a La Pampa unos $30.000 millones y buena parte de lo que se necesitó para bancar obra pública, programas sociales, algún mes del Incentivo Docente, salió justamente de ese fondo.
Aunque en el peronismo hay acuerdo respecto de la mirada general del panorama, también reina la preocupación respecto del futuro, porque el propio Ziliotto dijo que Milei "está fundiendo la provincia".
Fuegos amigos
El respaldo general que tiene el rol que juega Ziliotto no evita cuestionamientos internos, típicos en el peronismo, sobre todo cuando el gobernador en ejercicio no tiene otra reelección a disposición. Guste o no, está en juego no sólo el armado de las listas legislativas del año que viene sino también una cuestión más de fondo: la estructura del peronismo con vistas a los próximos años y la mejor estrategia para conservar el gobierno provincial en 2027.
Eso despierta ambiciones sectoriales y personales, cruce de alianzas o zancadillas, pactos y desarreglos.
La puja dentro de la propia Línea Plural, mayoritaria en el PJ pampeano, no es un secreto: el espacio ultravernista y sus caras visibles han hecho algunos gestos de cuestionamiento hacia el desempeño del gobierno provincial. Todavía resuenan los efectos de la cumbre de intendencias "no alineadas", entre las que estuvieron nada menos que la de Santa Rosa, representada por Luciano di Nápoli, y de General Pico, referenciada por Fernanda Alonso.
Ziliotto parece hacer muy buenas migas con La Cámpora, cuya jefa local es la vicepresidenta del PJ María Luz Alonso, y con Compromiso Peronista, el espacio que tiene como referentes a Ariel Rauschenberger, Ariel Rojas y Fabián Bruna. Hay un poco más de distancia con Convergencia.
El año que viene la banca que el PJ pone en juego es la de Varinia Marín y aparenta obvio que el espacio "naranja" intentará revalidar ese cupo. Y está muy a la luz que germinan nuevas ambiciones y que el propio Ziliotto tendrá intenciones de incidir en las candidaturas, como lo ha hecho históricamente cualquier gobernador del peronismo.
En ese sentido, no deja de llamar la atención el curioso alto perfil que se ha dado a sí mismo el secretario General de la Gobernación, José Vanini, un funcionario que siempre disfrutó de cierto anonimato o que esquivó la visibilidad pública, y que sin embargo en las últimas semanas tiene en las redes sociales una actividad deseosa de hacerse ver.
En la otra vereda, el ultravernismo también hace su juego y no sólo tiene en sus filas a la piquense Alonso sino que ha mostrado movimientos públicos en acercamiento al intendente de Santa Rosa, que a su vez abrió las puertas de su gestión al Frente Peronista Barrial y a espacios sindicales, en especial el comandado por Jorge Lezcano. Otro sector gremial de fortaleza, como el de Roberto Robledo, mira de modo equidistante, pero siente el compromiso que Ziliotto tomó con el sector al declarar la emergencia en la obra pública.
Frente al congreso que se viene, todos esos espacios tienen algo que decir y también algo que callar, pero estas cumbres son el escenario en que empiezan a darse indicios de cercanías y alejamientos, de posturas y posicionamientos. Por eso la expectativa crece frente a la llegada de una reunión clásico, que suele ser masiva y deja lugar a también al folclore tradicional del encuentro entre compañeros y compañeras.
