La Pampa y otras cinco provincias planificaron 190 días de clases en 2024

A pocos días de que comience el ciclo lectivo 2024, sólo seis provincias planificaron 190 días de clase para el nivel primario, el piso acordado a finales de 2021. Se trata de Corrientes, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), Misiones, Salta, Entre Ríos y La Pampa. 

El relevamiento fue difundido por la organización Argentinos por la Educación, que analiza la duración de los ciclos lectivos desde el 2020. El informe, según el Ministerio de Educación de La Pampa, tiene el error de no incluir a la provincia entre los distritos que cumplen con los 190 días. Lo informó con 189 días de clases planificados, pero en el Calendario Escolar 2024 de La Pampa figura que uno de los objetivos: "Fijar el ciclo lectivo anual mínimo de ciento noventa (190) días, incluyendo los formatos de tiempos y espacios establecidos institucionalmente".

Un informe de Argentinos por la Educación "Calendario Escolares 2024" que compara el tiempo de cursada previsto por cada provincia a la luz de lo establecido en la Ley de 180 días de clase (2003) y la 112° asamblea del Consejo Federal de Educación.

El documento revela que, este año, sólo Corrientes, con 192 días, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), Misiones, Salta y Entre Ríos (más La Pampa) ?todas, con 190 días? diseñaron calendarios escolares que cumplen con la meta estipulada por el CFE en octubre de 2021. En aquella oportunidad, se acordó un piso mínimo de 190 jornadas de clase para recuperar la pérdida de aprendizajes derivada de la instrucción a distancia durante la pandemia de Covid-19.

Desde entonces fue aumentando el número de provincias que prevén 190 días de clase y, en 2023, se alcanzó un pico máximo con seis provincias. Como es evidente, pese a la reciente suba, todavía resta un largo camino que recorrer en esta dirección.

Ahora, si bien la mayoría de las provincias no cumplen con lo acordado por el CFE, todas ellas contemplaron el piso establecido en la Ley 25.864. Sancionada en 2003, la normativa fija un calendario escolar mínimo de 180 días de cursada a nivel nacional y recién este año se logró que la totalidad de las jurisdicciones adhieran a este compromiso.

"El cumplimiento de la Ley 25.864 de los 180 días de clase es una buena noticia para nuestras escuelas, si bien llama la atención los tiempos que requiere la concreción de este tipo de acuerdos en el sistema educativo. El establecimiento de pautas mínimas nacionales aporta a la garantía del derecho a la educación de nuestros chicos. El rol del Estado nacional y de organismos como el Consejo Federal de Educación es fundamental para que el carácter federal de la educación no derive en inequidades entre estudiantes de distintas provincias", planteó Gustavo Romero, vicerrector del Colegio Nacional Buenos Aires.

En 2020, sólo diez provincias contaban con ciclos lectivos de al menos 180 días, cifra que fue incrementándose progresivamente. En 2021, ascendió a 14 jurisdicciones; luego a 21 en 2022, 23 el año pasado y, finalmente, 24 actualmente.

De igual modo, en los últimos años, se incrementó la cantidad de días promedio de clase planificados a nivel nacional. En 2020, la media no superaba el mínimo de la ley 25.864: era de 178,3 días. En 2021, creció a 180,3, y los dos años siguientes a 183,7 y 185,5 jornadas. Para 2024, el promedio se ubica en 187 días.

Solo ocho provincias permanecen por debajo de la media nacional: Jujuy y Tierra del Fuego planificaron 186 días de clase, Catamarca y Chubut, 185; y Santa Cruz, 183. En tanto, Río Negro y Santiago del Estero prevén calendarios con 182 jornadas de cursada, mientras que, en el caso de Neuquén, el número desciende a 181.

"El seguimiento de los calendarios de clases para la escuela primaria a lo largo de los últimos cinco años revela que, paulatinamente y con menos prisa de la que muchos quisiéramos, los gobiernos van tomando mayor conciencia de la importancia de que la cantidad de días efectivos de clases es el pilar sobre el que se puede construir una mejor educación", señaló Gustavo Zorzoli, exrector del Colegio Nacional Buenos Aires y coautor del informe junto a Martín Nistal y Leyre Sáenz Guillén.