Feroz arboricidio en una calle de Macachín
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EL DIARIO digital
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Los principales líderes del radicalismo provincial, dirigentes históricos, han elegido una llamativa indefinición, cuando no directamente el silencio, en la previa del balotaje que determinará el futuro de la Argentina: a contramano de, por ejemplo, quienes tienen responsabilidad de gobierno en intendencias, hay referencias de la UCR que no han fijado posición pública, pero además han gambeteado la posibilidad de reflexionar sobre lo que significa la disputa del 19 de noviembre.
En general han primado la cautela y la prudencia entre los dirigentes del espacio, aunque hubo intendentes que han acumulado votos y prestigio que hicieron punta, como el victoriquense reelecto Hugo Kenny, para advertir que el voto al peronista Sergio Massa se impone como salvación del sistema democrático, en contra de Javier Milei, señalado como "el límite" por diversos espacios y personas.
Milei ha hecho su trayectoria política manifestando desprecio por el radicalismo, dedicándole insultos y agresiones. Confesó que descarga su ira pegándole a un muñeco que tiene la cara de Raúl Alfonsín.
En nuestra provincia, dirigentes sueltos, jefes comunales y sectores internos han al menos dado a entender cuál será su camino. O han advertido cuáles son sus límites. Mucho más moderados, indefinidos, han estado los grandes jerarcas.
Cabezones neutrales
De los "cuatro cabezones" no hubo ninguno que se definiera de manera concreta y explícita: Daniel Kroneberger, Martín Berhongaray, Francisco Torroba y Juan Carlos Marino pertenecen al "team neutral". Pero con diferencias. Kroneberger marcó muchas diferencias con Milei ("nada me ata a sus ideas"). Berhongaray confesó ante sus íntimos su posición, pero públicamente apenas habló de "reivindicar los valores democráticos". Y Torroba y Marino, por más que estén más en retirada que otra cosa, hacen "mutis por el foro".
Marino apenas apareció en las redes haciéndose una foto, entre amistosa y familiar, con Nito Artaza, que tras su frustrada candidatura como jefe de gobierno porteño, es ahora una de las caras del "radicalismo massista". Pero hasta ahora estuvo lejos de hacer definiciones.
En ese contexto, llama la atención el absoluto silencio del diputado Torroba, sobre todo porque su máximo volumen político lo encontró como intendente de Santa Rosa, en 2008, bajo una circunstancia parecida, aunque desde ya que salvando las distancias: cosechó votos de muy diversos espacios que le quisieron poner freno al filofascismo local, en aquel momento representado por Juan Carlos Tierno.
Torroba no ha dicho nada sobre la puja que diseñó el balotaje. Intervino con desgracia en la interna, alineándose con las "palomas" y salió golpeado: se le frustró la posibilidad de llegar al Congreso como diputado nacional y desde entonces ha mirado la situación política de reojo, casi ausente, más allá de algún posteo en las redes sociales. Lo más fuerte que hizo en el actual contexto fue rechazar el discurso del sindicalista Aldo Bafundo, quien en el acto legislativo por los 40 años del regreso de la democracia, llamó a votar a Sergio Massa.
La sombra de Tierno
Dirigentes que son cercanos a Torroba sí se expresaron. Pedro Salas, por ejemplo, fue abanderado de la "libertad de conciencia", casi que equidistante entre Massa y Milei. Salas, que fue secretario de Gobierno de Torroba y precandidato a intendente de Santa Rosa derrotado en la interna por Leandro Altolaguirre, no hizo diferencias entre ambos postulantes.
En cambio el achense Abel Sabarots, intendente de General Acha y otra de las referencias principales de la "Azul", hace rato que interpreta que Milei es su "límite". No blanqueó de modo explícito que vaya a votar a Massa, pero incluso antes de la PASO había puesto al líder de la Libertad Avanza en el mismo rango que Tierno para nuestra provincia. A nadie le llamó la atención que el exministro de Seguridad en estas horas blanqueara su apoyo a Milei.
La figura de Tierno justamente quedó en el foco de la UCR este año: el referente de Comunidad Organizada, que coqueteó con diversos sectores, fue sugerido como un aliado para ganar la elección provincial, pero hubo dirigentes que le pusieron freno, justamente considerándolo un límite. Aunque en este caso, y en una circunstancia obviamente más importante porque no implica ya el destino de un partido o una provincia, sino un país, prefieren hacer de cuenta que no es un tema que les incumba.
