La Pampa

Columna agropecuaria: El trigo pampeano podría tener su pandemia

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Por Mariano Fava (*)

En el año 2014 alertamos sobre el avance del "yuyo colorado", una "megamaleza" resistente a varias familias de herbicidas, la cual avanzaba desde Córdoba hacia La Pampa. Hoy ya ha colonizado toda la provincia elevando los costos de producción de soja en más de 40 dólares por hectárea.

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Del mismo modo hoy advertiremos de otra "megamaleza" que más temprano que tarde azotará los campos de nuestra provincia, como actualmente lo hace en el sudeste bonaerense afectando los cultivos de trigo y cebada, elevando los costos de producción en al menos 15 dólares por hectárea.

Si bien la llegada de esta mala hierba conocida como "nabolza" parece ser inevitable para los pampeanos, debemos arbitrar todos los medios para demorar al máximo posible su diseminación en nuestra zona. Afortunadamente para La Pampa, el hecho de que se pueda rotar con verdeos de invierno y cultivos de verano puede llegar a ser una herramienta vital para el manejo de esta nueva especie, dificultando su avance y virulencia.

En la zona donde hoy es endémica está consolidado un monocultivo de cereales de invierno por las particularidades agronómicas de esa zona. Son al menos cinco las especies que conviven resistentes a glifosato, herbicidas ALS y lo más grave a 2 4 D. Esta última es una molécula sobre la cual hay una muy baja probabilidad de que una hierba genere resistencia. Sin embargo ha ocurrido y, como dijimos, todas conviven en la región complicando el abordaje técnico del problema, e imposibilitando realizar recetas de manejo.

Seguidamente vamos a enumerar dos acciones concretas que ayudarían a demorar la llegada de estas especies problemas a La Pampa:

1. Limpiando muy bien las cosechadoras que hayan trabajado en la zona de infección antes de que inicien las labores en nuestros campos, o directamente evitando el uso de la maquinaria que haya estado trabajando en áreas con "nabolza".

2. No comprar o adquirir semilla, ya sea de cereales de invierno y/o pasturas, de la zona endémica, donde podrían venir partidas contaminadas con semilla de la maleza. En esto debería hacer un férreo control el SENASA, para evitar que la "nabolza" colonice nuevas regiones de Argentina.

Debido a la cercanía limítrofe con La Pampa sería saludable un papel proactivo de las autoridades y organismos técnicos provinciales, aunque más no sea alertando sobre el tema vía publicidad, dando charlas técnicas del manejo y abordaje de la problemática.

Estas crucíferas nacen principalmente en otoño e invierno, sin embrago se han observado nacimientos todo el año, se comportan como malezas en cultivos invernales (trigo, cebada) y barbechos, pero su prolongado período de emergencia y ciclo de crecimiento hace que se comporten también como malezas de los cultivos estivales.

Son imprescindibles el monitoreo y la detección temprana de esta especie para, junto a nuestro ingeniero de confianza, trazar las estrategias a seguir para su manejo, el cual se puede hacer en tres estratos:

1. Durante el barbecho ya sea para cereales de invierno o incluso cultivos de verano como por ejemplo girasol, en el cual presentaría el mayor problema.

2. Control en postemergencia y el desarrollo de los cultivos invernales.

3. Controles residuales.

Para finalizar diremos que la provincia de La Pampa ya tiene suficientes malezas problemas como el yuyo colorado, clorídeas, rama negra, lecherón, avena fatua, entre otras, como para sumar una más. Si bien la llegada de esta especie parece inevitable, debemos hacer el mayor de los esfuerzos para que al menos se demore lo máximo posible, dándonos tiempo a los técnicos de conocer y estudiar más en detalle el problema, de manera de encontrar el manejo técnico más adecuado desde lo ambiental y lo económico.

(*) Ingeniero Agrónomo -(MP: 607 CIALP) Posgrado en Agronegocios y Alimentos- @MARIANOFAVALP

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