Del sobre cerrado al "hacela fácil"

Algunas de las conversaciones que mantuvieron los imputados del Caso Rigutto, y que forman parte del expediente acusatorio, fueron divulgadas durante la formalización como ejemplos de las presiones sobre el testigo clave Pablo Véliz, médico forense.

Entre otras escuchas señaladas, el fiscal Máximo Paulucci refirió a un diálogo entre Rigutto y Farías González en que se ponen de acuerdo para llevarle un "sobre cerrado" a Véliz, con "las conclusiones subrayadas", para que el profesional accediera a facilitarle a Rigutto su prisión domiciliaria.

En otro diálogo, Toulouse revela que se tomó el "atrevimiento" de hablar con Hugo Díaz (ministro del STJ) "y me dio toda la razón, me dijo que de ninguna manera van a avalar un quilombo. Sabiendo que el ministro dice eso, el fiscal Martos me chupa las bolas". Traman entonces más presión sobre Véliz. "Que se deje de joder", insiste Toulouse en las comunicaciones. Y advierte que "acá los muñecos se mueven a cualquier hora". "El que se duerme pierde", coincide Rigutto.

El 23 de noviembre, Toulouse le cuenta a Rigutto la presión que le metió a Véliz: "nosotros ya dijimos y escribimos, tenemos experiencia", le enrostró. "¿Y qué puede haber contado Véliz?", pregunta Rigutto, inquieto. Las conversaciones demuestran que antes del informe de Véliz -que determinó que Rigutto podía estar preso- intentaron que le pusiera una firma a un documento que el propio Rigutto había sugerido.

En esa escalada, Rigutto llamó a Véliz, pese a que lo había bloqueado. Le recordó que había 4 informes en contra de su posición: "hasta el 28 de febrero tengo que estar en mi casa. Punto. Hacela fácil", le advirtió Rigutto.