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EL DIARIO digital
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"¿Qué pasará en La Pampa con la extensión horaria en las aulas?", planteó este diario en un título en el inicio de la semana pasada. La pregunta fue el disparador para que comenzara a debatirse un tema que durante el año pasado había levantado un poco de polvareda entre el Gobierno, los gremios y los y las docentes.
La extensión horaria -que tiene como objetivo que, al estar más tiempo en el colegio, las y los estudiantes pudieran reforzar sus aprendizajes en áreas clave como Lengua y Matemática- había quedado bajo un manto de dudas en la provincia.
En los gremios docentes, por ejemplo, no había certezas (al menos eso decían) de cómo iba a impactar esa carga en la jornada laboral.
Todo arrancó cuando el ministro Pablo Maccione firmó el convenio con el ministerio nacional en el mes de octubre del año pasado.
Hecho el planteo periodístico en la previa del Ciclo Lectivo 2023, la que salió a hablar fue la directora de Enseñanza Primaria, María Magdalena Godoy.
En concreto, este año un total de 45 escuelas primarias de la provincia, alrededor de 2.900 alumnos y alumnas, tendrán 45 minutos más de clases. Además de la extensión horaria en esos establecimientos, otras tres escuelas comunes se convertirán en escuelas de jornada completa, incorporando 636 niños y niñas a ese sistema.
De esta forma, el 63% de los establecimientos educativos tendrán horarios extendidos en relación a las escuelas comunes de La Pampa, contabilizando tres tipos de escuelas: con jornada extendida, de jornada completa y escuelas hogar.
La funcionaria provincial también se ocupó de aclarar que las y los docentes afectados percibirán "una diferencia" salarial por la extensión de la jornada.
El principal gremio docente, que dio vueltas para blanquear su postura sobre el tema, finalmente lo hizo. La secretaria de Comunicación de Utelpa, Claudia Calderón, afirmó que "no se van a generar muchos conflictos" con la puesta en marcha de la iniciativa y que los docentes no deben perder "derechos adquiridos".
Uno de los puntos que aún no está claro es qué sucederá con aquellos docentes que tienen doble turno, que no son pocos. Tienen una imposibilidad concreta de cumplir -por ejemplo- una jornada extendida en ambos turnos. Por ahora, dicen que esa posibilidad ya está prevista y habría algún "ofrecimiento particular".
Aquí también vale una aclaración. Aquellos docentes que "tomen nuevos cargos" en la jornada extendida no podrán acceder a un doble turno, pero para aquellos que "tengan derechos adquiridos" -porque tienen dos cargos, un doble turno- es el estado el que deberá "resolverle el problema".
La necesidad de reforzar la enseñanza en áreas clave quedó en evidencia luego de que se dieran a conocer los resultados de las evaluaciones Aprender 2021, en las que quedó al trasluz el bajo nivel de aprendizaje logrado por los niños y niñas del país con relación a los saberes básicos para su vida.
...Y una de arena...
La trágica historia laboral que sufrieron los extrabajadores y extrabajadoras de la exfábrica Calzar volvió a resurgir con una movilización donde se escucharon duras historias de vida de lo que ocurrió con muchos de ellos cuando se cerró la planta en Santa Rosa.
En el comienzo de la semana pasada, un grupo marchó hasta las instalaciones ubicadas en el Parque Industrial ante la noticia de que una de las empresas que ofertó por el inmueble, Calzatex, comenzó a instalar maquinarias.
Los exoperarios llegaron con sus antecedentes laborales en mano y dejaron planteada la promesa laboral que la dirigencia política les hizo en algún momento.
En la campaña electoral de 2019, el empresario Miguel Angel Fosatti anunció que si ganaba el Frente de Todos reabriría la planta de Calzar con la marca John Foos. Incluso le hizo hasta pruebas a los trabajadores y las trabajadoras. Pero eso quedó en la nada, primero por la situación económica y después por la pandemia.
La peor noticia laboral llegó a fines del mes de septiembre de 2018 en plena ola del tarifazo macrista. Luego de 34 años de intenso trabajo, la fábrica de calzados Alpargatas (ex Calzar) cerró sus puertas y echó a 132 trabajadores. La firma, que en el año 1991 llegó a tener 1.300 empleados, anunció que presentaba una "situación de crisis" y que las empresas de Catamarca y La Pampa estaban afectados con el despido total.
Los empleados y empleadas que llegaron ese día a trabajar se enteraron en el lugar. Las imágenes de aquel día fueron conmovedoras. Pero la decisión empresarial no discriminó a nadie. Echaron a todos: desde gerentes, jefes de sectores, supervisores, administrativos y trabajadores en general. Todos.
"Yo soy un despedido más. Hay gente con muchos años de antigüedad, otros con menos años. De acá en más lo desconozco. La incertidumbre es muy grande y es muy difícil cuando se dan, en muchos casos, despidos de empleados de 60 años, como en mi caso, o de 48, lo que es muy difícil, no hay apertura laboral para esa edad", testimonió en aquella ocasión el entonces secretario general de la Asociación Obrera Textil, Nerio Medina.
El día anterior, una multitud se había manifestado en la capital pampeana para manifestar su repudio a las políticas impulsadas por el macrismo a nivel nacional.
Rememorar aquel dolor no tiene que ser en vano. Cada uno de aquellos que aún hoy luchan por acceder a una fuente laboral digna, merecen que les otorguen esa posibilidad. Está en manos de los nuevos empresarios, y del propio Estado, que generó las condiciones para que ellos pudieran hacer pie en La Pampa.
