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EL DIARIO digital
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Frente a la demora de la extradición desde Uruguay del empresario santarroseño Eduardo "Chino" Ros, condenado por violación de una chica menor de edad, la Justicia pampeana elevó el año pasado una "consulta formal" a la Dirección de Asistencia Jurídica Internacional (DAJIN).
Este es un organismo de la Cancillería Argentina. Aunque Ros está detenido y en manos de la Justicia uruguaya, la extradicción corre por andariveles diplomáticos de cancillería a cancillería.
Pero esa consulta aún no tuvo respuesta. La feria judicial en este caso no rige, sino que se trata de tiempos diplomáticos y, por lo tanto, políticos.
Una fuente de la Policía Federal advirtió -en marzo de 2002, a poco de la detención de Ros- que la forma en que se hizo la detención podía demorar la extradicción: desde la Justicia y la Policía pampeanas informaron que ese trámite demoraría unas semanas. Pero finalmente esos plazos anunciados no se cumplieron.
La detención se realizó sin informar a Interpol ni a la propia Policía Federal argentina. Tampoco a las fuerzas uruguayas. Ahora este malestar se traduciria en la demora en la extradicción, tal como advirtió aquella fuente.
Por eso, la dilación de los plazos no tiene una explicación desde el punto de vista jurídico: simplemente se trata de una forma lenta de responder a los que se estuvo realizado, sin cumplir con los acuerdos entre ambos países y las fuerzas federales de los mismos.
La demora
"Ante la ausencia de novedades se consultó formalmente a la DAJIN, órgano encargado de las relaciones institucionales con las autoridades extranjeras, si había alguna novedad", explicó un funcionario judicial a El Diario en noviembre pasado. Consultas posteriores tuvieron la misma respuesta: sin novedad.
"Ese organismo averiguó en Uruguay y lo último que sabemos es que las autoridades Uruguayas informan que aún se encuentra pendiente la resolución por parte del Tribunal de Apelaciones de 2do turno", añadió.
Desde el pasado 12 de mayo, cuando la Justicia pampeana fue notificada de la apelación de la extradición que hizo Eduardo "Chino" Ros en la Justicia de Uruguay, nadie sabe más nada.
El hecho, por supuesto, genera inquietud en la Justicia pampeana. El caso está en manos de la fiscal Cecilia Martiní.
Eduardo "Chino" Ros permanece detenido en una comisaría de Montevideo, desde donde resiste su traslado a La Pampa. Acá deberá cumplir una condena de 8 años por la violación de una menor de edad.
El empresario de la noche santarroseña fue capturado el pasado 22 de marzo -luego de 4 años prófugo- cuando caminaba por una calle que divide el límite entre Brasil y Uruguay, a la salida de un hotel donde se encontraba alojado.
La apelación presentada por Ros impide la ejecución de la extradición y desde la justicia pampeana indicaron que desconocen los plazos que puede durar el trámite judicial. También hay dudas sobre si la defensa podría interponer otro recurso ordinario o extraordinario.
"Nunca nos dijeron nada de las instancias de apelación, ni de los plazos que tiene cada juez", había dicho hace unos meses otra fuente judicial.
La misma noche que fue detenido, el bolichero santarroseño Eduardo "Chino"Ros fue trasladado a Montevideo, la capital uruguaya, donde está bajo custodia de las autoridades judiciales.
El pedido para que se iniciara el proceso fue hecho a fines del marzo. En el caso de que el juez uruguayo interviniente resuelva de forma afirmativa, una comisión de la Policía pampeana debe viajar a buscarlo.
Según trascendió, una persona de nacionalidad extranjera fue la que brindó información para captura. Por eso, actualmente está en vigencia el trámite para pagarle la recompensa de 1 millón de pesos que había ofrecido el Gobierno pampeano.
Captura de película
La detención de Ros en la ciudad uruguaya-brasileña fue de película. La protagonizaron el prófugo y los policías pampeanos que lo capturaron.
La partida de la policía pampeana hacia Rivera-Santana se definió el domingo 20 de marzo, el día del cumpleaños de Ros, una vez que surgió la confirmación del lugar donde el pampeano permanecía prófugo.
"¡Chino!", le gritó luego de cortarle el paso en plena calle el propio jefe de la policía pampeana, comisario Daniel Guinchinao. Eduardo Ros -prófugo por una condena de violación- quedó paralizado tras escuchar su apodo después de 4 años. Al mismo tiempo, el jefe de la Brigada de Investigaciones, Horacio Cabrillana, ya estaba parado a su lado y apoyó su mano en el hombro derecho. "Ya está, Chino. Ya está", le dijo.
El "Ya está, Chino" fue una especie de "Game over" para su huida. Eran las 19.30 horas del martes. El propio Ros se dio cuenta en el acto de que se le había terminado la suerte. "Te conozco, pero no sé tu nombre", le respondió a Cabrillana en las inmediaciones del hotel "Palace", en la ciudad de Santana do Libramento, donde estaba alojado. Sucede que el jefe de la Brigada de Investigaciones había tenido contacto con Ros cuando mataron a la pareja de su padre.
Ros está en forma física parecida a la que tenía hace 4 años. Apenas algunos cambios: lo notaron con un poco más de panza y algunas canas más en la barba.
Además -según trascendió- cuando lo detuvieron tenía un bolso con pertenencias y entre ellas estaba su DNI original, por lo que se sospecha que ni siquiera habría estado usando una identidad falsa.
