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"Lucio era un nene feliz, teníamos una vida normal"

En su momento, se conocieron un par de frases de su declaración indagatoria, de 40 minutos. Qué más dijo la madre de Lucio, Magdalena Espósito, acusada por su muerte, durante el juicio. La sentencia sobre las dos imputadas se conocerá el 2 de febrero: la fiscalía y la querella pidieron perpetua.

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"Teníamos una vida norma, era un nene feliz", dijo Magdalena Espósito, acusada por el crimen de su hijo, Lucio, de 5 años, durante la declaración en el juicio.

La imputada pidió declarar en la décima sexta jornada del juicio en la que está acusada por el crimen junto a su pareja, Abigail Páez. Habló durante 40 minutos el pasado 15 de diciembre. Este sábado el sitio Infobae difundió la declaración completa. La prensa del Poder Judicial había difundido una versión muy recortada.

Espósito comenzó contó en su declaración qué había hecho el día en que Lucio fue asesinado. En todo momento intentó aclarar que su hijo era "un chico feliz" y que tenían "una vida normal". No esbozó algún tipo de explicación de por qué Lucio tenía heridas de larga data compatibles según la autopsia del caso: su cuerpito estaba mordido, le habían quemado cigarrillos, lo habían golpeado y lo abusaron sexualmente. También estuvo ausente cualquier clase de arrepentimiento.

"Yo solo quiero aclarar que teníamos una vida normal. Lucio era un nene feliz y estaba contento de estar conmigo. Él quería estar conmigo porque ya había pasado un tiempo lejos mío y él me decía que quería estar conmigo", dijo Espósito, según difundió el portal.

La acusada contó que Lucio iba a irse de vacaciones con su padre en ese verano de 2022 y relató, según su versión, una supuesta conversación previa con el chico: "Yo le había dicho que iba a pasar sus vacaciones con el papá y él me había dicho que bueno, porque también quería estar con su papá. Pero que quería hablar conmigo todos los días para que yo le contara qué hacíamos nosotras", afirmó.

La mujer habló también de la relación de ella con Cristian, el padre de Lucio, y también de cómo era, supuestamente, el vínculo entre padre e hijo: "Yo nunca tuve problemas con Cristian más allá de que él me haya violentado física, psicológica y económicamente. Yo jamás lo odié, ni tuve un problema con él. Cuando terminamos nuestra relación lo tomé como que había terminado la relación y nada más. Es más, siempre le reclamé que él se preocupara por su hijo y se ocupara de su hijo, que cumpliera su rol como padre".

Los abuelos paternos de Lucio, Ramón y Silvia, contaron que, tanto Magdalena como su novia Abigail, les prohibían el contacto con Lucio y que, incluso, les cobraban por hacer videollamadas. Sobre esto último, también habló la imputada, con una versión completamente distinta: "Con respecto a sus abuelos, lo mismo. Yo nunca tuve problemas con ellos ni se lo negué (a Lucio) a nadie. Jamás tuve ningún inconveniente con que lo vean ni nada de eso. Las veces que han venido para Santa Rosa siempre lo pudieron ver. Nunca puse ningún impedimento para que lo pudieran ver". Luego agregó que "si no tuvieron más contacto con él, fue porque no se interesaron".

Ante el Tribunal, contó que tuvo la posibilidad de estar frente al cuerpo de su hijo en el hospital, antes de ser detenida. "Sinceramente, esto es algo que me hace mal y, por más que en este momento yo no esté llorando y que seguramente a muchos le parezca mal, yo me mentalicé para, en este momento, ser lo más fuerte posible y hablar lo más claro que pueda para que se entienda. Pero yo a Lucio lo lloro en privado. Me parece que es más humano así que venir a llorar acá delante de todas estas personas que no me conocen y que no lo conocían a Lucio y que dijeron un montón de cosas con respecto a mí, y a mi supuesto rechazo a la maternidad. Yo me ocupaba de él", aseveró.

Esta oportunidad no fue la única en la que Magdalena habló. En la última audiencia del proceso, la mujer utilizó sus últimas palabras para asumir su responsabilidad en no haber "cumplido" con su "rol de madre". Sin embargo, no dudó en culpar al padre por haber estado, según ella, ausente en la vida del nene: "La responsabilidad era de los dos. Tanto mía como madre y el cómo padre. Porque no lo hice sola a Lucio. Lo hicimos entre los dos. Él se desentendió siempre. Lo único que hizo fue pasar en algún momento la pensión alimentaria, pero a mí me pareció siempre importante que él estuviera presente".

En los alegatos finales, las defensas de las dos acusadas solicitaron las respectivas absoluciones. Por su parte, la fiscalía pidió que sean condenadas a prisión perpetua por los delitos de homicidio agravado y abuso sexual. La querella, llevada adelante por el doctor Mario Aguerrido, adhirió a la postura fiscal, pero sumo el agravante de odio de género. El veredicto será leído el jueves 2 de febrero.

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