La Pampa

Movilizan contra el uso del trigo transgénico

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Organizaciones agrupadas en la Coordinadora Pampeana en Defensa de los Ríos y el Ambiente convocan a una manifestación de oposición a la habilitación del HB4.

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EL DIARIO digital

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La Coordinadora Pampeana en Defensa de los Ríos y el Ambiente (Copaderia) decidió manifestar su rechazo a la habilitación del trigo transgénico HB4, dispuesta por el gobierno nacional.

Por eso se organizó una concentración que tendrá lugar este sábado 21, a las 11 de la mañana, en el Parque Oliver.

Las organizaciones van a manifestar su rechazo a la aprobación para el uso en nuestro país del trigo transgénico HB4 y de otros productos generados por el oligopolio Monsanto-Bayer.

Antes de la habilitación nacional, en La Pampa ya se había hecho acopio de ese trigo transgénico.

El HB4 consiguió luz verde del gobierno nacional: la medida beneficia a la empresa Bioceres, donde son accionistas Gustavo Grobocopatel y Hugo Sigman. El nuevo transgénico podrá contaminar al trigo convencional, implica el uso del herbicida glufosinato de amonio y, mediante todos los derivados de la harina, estará en los alimentos argentinos.

El Ministerio de Agricultura de la Nación habilitó a la empresa Bioceres a comercializarlo, por lo que podrían comenzar a aumentar las hectáreas sembradas con este cultivo que es resistente al glufosinato de amonio, un herbicida más tóxico que el glifosato. El trigo —que llegará al pan, los fideos y todos los derivados de la harina— había sido aprobado por la denunciada Conabia (Comisión Nacional de Biotecnología). El transgénico es rechazado por productores trigueros, científicos e incluso por grandes empresarios del sector. La autorización contradice pedidos de la Justicia Federal.

Números que alarman

Incluso antes de esta habilitación, la Coordinadora Pampeana en Defensa de los Ríos y el Ambiente había advertido sobre la problemática y hasta mantuvo un encuentro con la Subsecretaría de Ambiente de La Pampa.

Claudio Acosta, integrante de la coordinadora, remarcó que ya en el año 2020 se produjeron unas 17 mil toneladas de trigo HB4 en la Argentina en 5 provincias, entre las que está La Pampa. "Este trigo es resistente a las sequías y trae aparejado el uso de glufosinato de amonio, que es 15 veces más tóxico que el glifosato”, alertó.

A nivel nacional desde el año ’96 se abrieron la puerta a los agrotóxicos con empresas como Monsanto, que introdujo el uso del glifosato. “Durante todos estos años, el modelo productivo, que es el problema fundamental, no tuvo un crecimiento hacia la agroecología”, lamentó Acosta.

Señaló que en La Pampa hay 1,2 millones de hectáreas de cosecha gruesa: si se calcula por 15 litros de glifosato que se utilizan por hectárea, da 18 millones de litros. Si se divide por la cantidad de habitantes, da entre 40 o 50 litros por persona. “La media a nivel nacional es de 12 litros, entonces es muy importante empezar con datos concretos de lo local para instalar una agenda en la sociedad”, explicó Acosta.

Oídos sordos

La decisión del Gobierno desoye el reclamo de organizaciones sociales y campesinas y de científicos que exigieron detener el avance de este transgénico. Denuncian la falta de transparencia en el procedimiento de aprobación del trigo HB4, la contaminación que producirá sobre otros trigos no transgénicos y el aumento del uso de agrotóxicos que supondrá su cultivo.

La Fiscalía Federal y la Defensoría Pública Oficial pidieron al Poder Judicial suspenderla de inmediato. Advierten que el mecanismo por el cual se autorizó el transgénico viola la Ley General del Ambiente y el artículo 41 de la Constitución Nacional, entre otras normas de protección de la salud y el ambiente.

La cartera que conduce Julián Domínguez tampoco cumplió con la orden del juez federal Santiago Carrillo de implementar un proceso de participación ciudadana para la aprobación de este transgénico.

Cámaras de productores y exportadores de cereales rechazan el trigo HB4 porque afirman que supone un grave riesgo comercial. “Esta norma provoca un enorme riesgo comercial, dado que los países que nos compran no aceptan HB4”, sostuvo el Centro de Exportadores de Cereales en un comunicado difundido apenas se conoció la aprobación. “Las consecuencias económicas de eventuales pérdidas de mercado recaerán sobre el Ministerio (de Agricultura) y la empresa desarrolladora (Bioceres)", alertaron.

La empresa Bioceres desarrolló el trigo transgénico en sociedad con la científica Raquel Chan, del Conicet y la Universidad Nacional del Litoral. La académica rechaza los argumentos que alertan (como consecuencia de su transgénico) de más desmontes, desalojos campesinos-indígenas y mayor uso de agrotóxicos, entre otros aspectos negativos.

Bioceres, que cotiza en la Bolsa de Nueva York, cuenta entre sus accionistas a los millonarios Gustavo Grobocopatel y Hugo Sigman.

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