El hecho ocurrió este martes a la mañana, sobre la calle Roque Sáenz Peña de esta ciudad. En el lugar se montó un amplio operativo policial.
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EL DIARIO digital
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Un chico de 16 años de edad, institucionalizado y alojado en un hogar para menores y adolescentes de la calle de Roque Sáenz Peña, que depende del ministerio de Desarrollo Social de la provincia, se subió este martes a la mañana a los techos de las inmediaciones y generó un momento de tensión por más de tres horas.
A piedrazos limpios enfrentó a la policía que intentaba que depusiera de su actividad, e incluso llegó a arrojar varios de esos proyectiles contra vehículos y transeúntes que pasaban por el lugar.
Como consecuencia de la violenta situación que se generó en las inmediaciones, la policía cortó la circulación en el lugar y todos los vecinos de la cuadra tuvieron que permanecer encerrados en sus viviendas.
El adolescente subió a uno de los techos, y desde ahí recorría casi toda la cuadra, alrededor de las 9:00 horas. Recién fue reducido poco después del mediodía.
"Tuvimos que cortar el acceso a toda la cuadra, y mantener a los vecinos adentro de sus casas, porque corre por todos los techos, junta piedras y las arroja contra nosotros y contra cualquier persona que pase por el lugar", contó a El Diario en el lugar del hecho un policía que participaba del operativo.
"Es un adolescente que ha tenido ya varios problemas, incluso se ha escapado del hogar en muchas ocasiones del hogar y ahora tuvo una crisis de nervios que derivó en todo esto... todavía no tenemos en claro por qué fue, o cuál fue el detonante para que hiciera lo que hizo", explicó a este diario el segundo jefe de la Policía de La Pampa, comisario Carlos Sosa.
El mismo uniformado precisó que en el lugar trabajó personal del Equipo de Abordaje de Incidentes Críticos, del Grupo Especial, de la Unidad Funcional, de la Seccional Tercera, bomberos y policías de diferentes seccionales para colaborar con los cortes de calles.
El comisario Sosa también reveló cómo fue el momento en que lo atraparon. "No había manera de que depusiera su actitud... así que cuando se acercó al personal que dialogaba con él, no percibió que estaba el equipo táctico escondido y fue reducido. Afortunadamente nadie resultó herido ni golpeado, incluso él, porque solo se usó la fuerza necesaria como para contenerlo y nada más", dijo.
Una vez que fue capturado, el chico fue trasladado al área de Salud Mental del Hospital "Dr. Lucio Molas" donde -finalmente- quedó internado.