La Pampa

Tareas cumplidas y deberes mal hechos

Las buenas noticias que en la provincia tuvo para presentar el oficialismo (la paritaria, la gestión de la pandemia, la expectativa de una revitalización económica) sufrieron el impacto negativo de la irresponsabilidad del festejo de cumpleaños en la quinta presidencial, en plena cuarentena.

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EL DIARIO digital

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Una de cal…

El Gobierno provincial tiene para anotarse en su libreta de las buenas noticias una semana en la que hizo los deberes y tomó decisiones en favor de los sectores que más precisan de un Estado presente.

una de cal

Para ¿sana? envidia de otras jurisdicciones y otros espacios laborales, hubo un rápido acuerdo en los encuentros paritarios que marcaron la agenda: por un lado la docencia y por otro el resto de los sindicatos que agrupan a trabajadores y trabajadoras del Estado encontraron pronta respuesta positiva del oficialismo a la pretensión de que el incremento salarial acumulado supere el índice inflacionario.

Ese piso había sido una meta expuesta tanto por las representaciones gremiales como por el propio Gobierno, en su intención de que el incremento de los sueldos de una importante porción de la población sea una suerte de puntapié inicial de un círculo virtuoso para que se retome la actividad económica y productiva.

En ese sentido, el acuerdo en paritaria se complementa con las decisiones de política sanitaria que permiten en este momento de cierto alivio frente a la pandemia la extensión de algunos horarios de funcionamiento, la habilitación de una mayor presencia de público y/o consumidores y que se retome la acción en algunos rubros donde la parálisis continuaba vigente.

Una mirada crítica permitirá notar, desde la sensatez, que tanto una como otra medida (la paritaria rápidamente exitosa y la rehabilitación de espacios de encuentro social) tienen puesto un ojo en el proceso preelectoral y son decisiones que de alguna manera resultan simpáticas en los sectores populares que en septiembre y noviembre acudirán a las urnas para resolver las legislativas.

Pero del mismo modo queda por decir que se trata de consensos y normativas de absoluta legitimidad, por los que el oficialismo viene trabajando pausada y prudentemente, incluso exponiendo objetivos de manera escalonada y referenciando con precisión cuáles son las prioridades de gestión.

El manejo de la cuestión pandémica y sanitaria por parte del Gobierno pampeano -incluyendo desde ya el plan vacunatorio y en varios puntos la presencia estatal en asuntos económicos- tiene un alto reconocimiento de parte de la población, e incluso de una porción de la oposición política, que con más o menos entusiasmo ha acompañado la mayoría de las medidas tomadas en un dificultoso contexto.

…y una de arena…

Es justamente cuando se toma conciencia del esfuerzo en diversas dimensiones que significa tratar de llegar a buen puerto, que los retrocesos duelen más y tienen impactos no solo negativos sino que llegan hasta puntos quizá impensados.

una de arena

Aunque la gestión pampeana poco tiene que ver con el asunto, el festejo de cumpleaños de Fabiola Yáñez en plena cuarentena, convertido en escándalo por los medios del establishment y la oposición política más feroz, tiene sus innegables e inevitables coletazos en la dirigencia del frente filoperonista provincial.

En principio, porque se trata de un frente que justamente se jacta de federal, y entonces disfruta o padece en todas las representaciones del país los buenos momentos de gestión y los pesares de algunas conductas irresponsables.

La celebración en la Quinta de Olivos que el presidente Alberto Fernández no tuvo más remedio que asumir como un "error" que "no se va a repetir" es un golpe no solo a la credibilidad y autoridad presidencial, sino a lo que sus bases sostuvieron durante más de un año con convicción e insistencia: la necesidad del "cuidado" como una apuesta colectiva y solidaria, incluso en resistencia frente a ofensivas anticuarentena que aparecieron en distinto tono.

No hay ninguna duda de que la oposición política sacó provecho a esa circunstancia para armar una maniobra político-mediática que le permita agitar las aguas y hasta hacer un planteo de juicio político.

Pero ni esa derivación ni el asunto de quién filtró la foto son lo importante, sino la incapacidad de la principal autoridad política para sostener con su comportamiento concreto lo que tan bien expuso en sus discursos y diagramó con su equipo como política pública vital para hacer frente a este tiempo.

El impacto político negativo es más fuerte porque se da en el territorio donde el propio Gobierno decidió ser local y hacerse fuerte: la defensa de las restricciones en pandemia, sostenidas codo a codo por el frente en todo el país, con un plan vacunatorio histórico y sobre todo una población dispuesta a dar cumplimiento a medidas antipáticas, molestas, angustiantes, en un contexto de preocupación y muerte.

Es especialmente en esos sectores donde una foto en tono de juerga golpea más fuerte y genera una sensación a mitad de camino entre la decepción y el desánimo: ese escenario no sería desaprovechado por ninguna oposición, mucho menos la derecha dispuesta a usar todos los métodos a su alcance.

El gobernador Sergio Ziliotto intentó imitar el comportamiento oficial y aceptó la existencia de un "error", pero a la vez disparó con munición gruesa a la oposición, metiendo a distintos sectores y dirigentes en una misma bolsa -la de los anticuarentena que primero interpretaron que la vacuna era veneno- cuando la propia realidad demuestra que hay diferencias de conductas, en algunos casos enormes.

Además, el propio jefe del Ejecutivo fue bastante más duro -y coherente con sus decisiones- cuando se registraron transgresiones del mismo tipo en nuestra provincia, con el episodio del "Día del Amigo" como paradigma del privilegio y la impunidad que en ese momento consideraron que tenían una serie de funcionarios judiciales.

Se caía de maduro que -así como en campaña el oficialismo provincial se plegaría al oficialismo nacional- la dirigencia opositora local se sumaría a la ofensiva crítica, aun cuando salta a la vista que en algunos casos y trayectorias se trata de planteos más caracterizados por la hipocresía y el oportunismo que por un convencido republicanismo.

Como sea, y aunque se trata de un asunto no tan grave como -por solo citar un ejemplo- la fuga de capitales o el endeudamiento del país, la falta fue del Gobierno, que en mayor o menor medida tendrá que hacerse cargo de los costos.

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