Los primeros fríos y heladas invernales pusieron al descubierto los perjuicios que pueden traer las normas de ventilación que impone la pandemia en las oficinas públicas.
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EL DIARIO digital
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Por ahora hubo acatamiento dispar, pero la certeza que si se aplica la ventilación los empleados y las empleadas provinciales y docentes en las escuelas, van a estar sometidos al frío y expuestos a enfermedades respiratorias.
En los primeros días de la semana desembarcaron los fríos. Y la primera helada de la temporada.
En las oficinas públicas y las escuelas existe la norma de dejar una abertura de 5 centímetros en las ventanas y cada 90 minutos proceder ventilar. Además ordenaron la revisión y mantenimiento del sistema de calefacción en las reparticiones públicas y en las escuelas.
Estos primeros días de frío revelaron que no va a ser sencillo aplicar las instrucciones de ventilación y a su vez mantener los lugares habitables, para soportar el frío. “Cuando ventilamos, pasamos frío”, dijo una docente.
Además en las aulas debe aplicar lo mismo, con niños de jardín de infantes y de primaria. En cercanías de la ventana abierta (dos por aula porque debe ser cruzada), las temperaturas son muy bajas.
“ Abrir las puertas y/o ventanas exteriores, idealmente con ventilación cruzada (ventanas y puertas en lados opuestos). Abrir puertas y ventanas de manera continua genera un flujo de aire permanente, sin que se acumulen aerosoles, por lo que es mejor que una apertura intermitente (como sería, por ejemplo, abrir 5 minutos cada hora)”, dice la instrucción del ministerio de Educación.
Además está autorizado el uso de los sistemas centrales de calefacción o aire acondicionado. Los sistemas deben funcionar desde 2 horas antes con el mayor recambio de aire exterior y hasta 2 horas después de que se ocupe el edificio.
Pero en algunas oficinas, fuera de la Casa de Gobierno y en algunas escuelas, se recurre a dejar encendido el sistema durante más tiempo.
En algunas reparticiones ya anticiparon que no usarán el sistema de calefacción central en Casa de Gobierno, lo que choca con la postura del ministerio de Educación –acordada en la COMISET, Comisión Mixta de Seguridad en el Trabajo, la que más trabajó en los protocolos- de autorizar los sistemas de calefacción central.
“Sino prenden la calefacción central nos morimos de frío. Y no va a quedar nadie por las enfermedades”, dijo un trabajador estatal.