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EL DIARIO digital
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El secretario de Trabajo, Julio Cordero, presentó ante Diputados las bases del nuevo esquema que impulsa la administración Milei. La iniciativa busca flexibilizar convenios colectivos, vincular salarios con productividad y eliminar sanciones a empresas.
En el marco del debate por el Presupuesto 2026, el secretario de Trabajo, Julio Cordero, expuso este miércoles ante la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados los lineamientos de la reforma laboral que el Gobierno planea implementar en la segunda mitad del mandato de Javier Milei.
Cordero confirmó que el Ejecutivo trabaja "desde hace dos meses" junto a los firmantes del Pacto de Mayo en una iniciativa que incluye convenios por empresa, un sistema de salario dinámico y la eliminación de multas a empleadores. "Hay que proteger al sector privado, porque si no se lo protege, se retira", sostuvo el funcionario.
El proyecto, respaldado por el PRO y la UCR, apunta a modificar la estructura de las negociaciones colectivas. "Los convenios por empresa permitirán que cada firma negocie con su sindicato si la paritaria nacional quedó muy por encima de sus posibilidades", explicó Cordero. Según detalló, ese esquema "genera un diferencial salarial hacia arriba" y busca adecuar las remuneraciones a la realidad de cada región y actividad.
Uno de los ejes centrales es el salario dinámico, un mecanismo que vincula la remuneración con la productividad individual. "Los empleadores deben pagar más a los trabajadores que se diferencien y se destaquen. Queremos que los salarios generen un diferencial por mérito. Si todo es lo mismo, se apunta hacia abajo", expresó.
Frente a las críticas de la oposición por la pérdida de empleo y el aumento de la informalidad, Cordero defendió la línea oficial: "Los gremios responsables son los que entienden que la empresa debe ser sostenible en el tiempo. Queremos preservar la actividad privada y el trabajo formal".
Además, el funcionario justificó la eliminación de sanciones a las compañías dispuesta por la Ley Bases. "Las multas iban al Estado, no al trabajador. Quitarlas apunta a reducir la informalidad y fomentar el desarrollo", explicó.
Cordero también aseguró que el Gobierno mantiene un "diálogo permanente" con sindicatos y cámaras empresarias, aunque advirtió que el nuevo modelo laboral busca "romper con las viejas dinámicas inflacionarias" de las paritarias.
Con la reforma en marcha, el oficialismo pretende que el salario deje de depender de ajustes automáticos por inflación y pase a reflejar la productividad dentro de cada empresa. La iniciativa marca el inicio de una nueva etapa en la estrategia económica del Ejecutivo, centrada en la desregulación del mercado laboral y la competencia interna entre trabajadores.