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Tras el auge, más hombres piden revertir la cirugía para no tener hijos: los motivos detrás del cambio

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El número de hombres que buscan revertir una vasectomía ha aumentado en los últimos años, impulsado por nuevas parejas o el deseo de ser padres en otra etapa de la vida. Expertos destacan que la reversión es un procedimiento más complejo y no siempre garantiza éxito.

En los últimos años, un fenómeno poco frecuente en la práctica médica ha ido en aumento: las reversiones de vasectomía. Aunque este procedimiento es una opción definitiva para aquellos que ya no desean tener hijos, algunos hombres deciden dar marcha atrás, ya sea por nuevas relaciones de pareja o el deseo de ser padres en una etapa diferente de su vida.

Esteban, un hombre de 48 años que se sometió a una vasectomía hace cuatro años, cuenta cómo su perspectiva cambió tras conocer a su actual esposa, 14 años más joven que él. "Cuando me separé, pensé que ya no quería más hijos, pero después conocí a mi nueva pareja y decidí intentar revertir la cirugía para poder tener hijos con ella", explica Esteban, quien se sometió a la intervención en noviembre de 2025.

El aumento de las vasectomías en Argentina, impulsado por la Ley 26.130 que garantiza el acceso gratuito y autónomo a este método anticonceptivo, se ha traducido en un crecimiento paralelo de las reversiones. Según el Hospital de Clínicas de la UBA, en 2025 ya duplicaron la cantidad de casos de reversiones en comparación con años anteriores.

Mariano Cohen, jefe de la Sección Andrología del Servicio de Urología del Clínicas, explica que la tasa de arrepentimiento en la literatura médica es baja, pero con el aumento de vasectomías, también es lógico ver más pacientes solicitando su reversión. Aunque algunos urólogos, como Sergio Pusarelli, no han notado un aumento significativo en las consultas por reversiones, otros, como Nicolás Villasante del Hospital Alemán, coinciden en que cada vez más hombres jóvenes, menores de 30 años, se someten a vasectomías, lo que podría hacer que más personas en el futuro busquen revertirlas.

El motivo principal para la reversión es la búsqueda de paternidad en nuevas parejas. De acuerdo con los expertos, entre el 80% y el 90% de los casos responden a este deseo. En menor medida, algunos pacientes presentan dolor crónico posterior a la cirugía y encuentran en la reversión una opción para aliviarlo.

La reversión de la vasectomía es un procedimiento más complejo que la vasectomía misma. Mientras que la vasectomía se realiza con anestesia local y es ambulatoria, la reversión requiere una intervención más delicada, bajo microscopio y con suturas ultrafinas, que puede durar hasta tres horas. Además, el éxito de la reversión depende en gran medida del tiempo que haya pasado desde la cirugía original. Si se realiza dentro de los primeros diez años, la tasa de éxito es del 75% a 80%, pero después de ese período, disminuye considerablemente.

Para algunos hombres, la reversión se combina con estrategias de preservación, como la congelación de espermatozoides, para tener opciones en caso de necesitar técnicas de reproducción asistida. Los expertos insisten en la importancia de la información previa y una evaluación integral que considere tanto al hombre como a la mujer, ya que el tiempo biológico de la pareja también juega un papel crucial.

Esteban, por su parte, se muestra optimista. "Aunque los espermatozoides no eran de la calidad que esperaba, ya estoy buscando formar una familia con mi nueva pareja", concluye. La tendencia creciente de reversiones de vasectomía refleja cómo las decisiones sobre la paternidad pueden cambiar con el tiempo, llevando a algunos hombres a revisar lo que parecía ser una decisión definitiva.

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