Ciencia

La Plata: astrónomos registraron el cometa verde en el cielo argentino

Los científicos del Instituto Astrofísica local lograron fotografiar el cometa C/2002 E3 (ZFT) luego que se alejara de las luces de la capital bonaerense.

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EL DIARIO digital

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El extraño cometa verde que pasó cerca de la Tierra por primera vez desde la Era de Hielo pudo ser fotografiado por un grupo de astrónomos del Instituto Astrofísica de La Plata (IALP), quienes registraron al cometa C/2002 E3 (ZFT) en el cielo argentino en la localidad de Julio Arditi.

En un comunicado, la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) indicó que "el 5 de febrero, el cometa se encontraba a baja altura sobre el horizonte norte, y el brillo del cielo y la luna conspiraron para que no sea visible a simple vista".

Sin embargo, con el equipamiento adecuado, un telescopio de 200 mm, con montura ecuatorial autoguiado y una cámara Canon 70D, el pequeño cometa pudo ser registrado fotográficamente.

"En los próximos días, con el cometa más alto sobre el horizonte, el equipo retornará al lugar para obtener mejores fotografías y esperemos pueda ser visible a simple vista", señalaron. Todas las fotos y novedades son publicadas en la cuenta @astrochica.ialp de Instagram, que forma parte del proyecto de divulgación científica del instituto para chicos y jóvenes.

Cómo es el cometa verde C/2002 E3 (ZFT)

La inusual bola helada de gas, roca y polvo, bautizada como ZTF pasará a una distancia de 41 millones de kilómetros y se calcula que será su última visita por nuestro sistema solar.

Según los astrónomos de la Instalación Transitoria Zwicky, el cometa C/2022 E3 (ZTF) tardó 50 mil años en volver a visitar a la Tierra. Durante su última visita, se especula que los neandertales todavía existían.

"Algunas predicciones sugieren que la órbita de este cometa es tan excéntrica que ya no está en una órbita, por lo que no regresará en absoluto y seguirá adelante", explicó al medio Newsweek, Jessica Lee, astrónoma del Observatorio Real de Greenwich.

El cometa estará a 41 millones de kilómetros del planeta, lo que significa más de 100 veces la distancia que la Luna tiene con la Tierra. Este fenómeno fue descubierto por un grupo de astrónomos, que utilizaron una cámara de amplio espectro en el centro Zwicky Transiet en California. En un primer momento, fue avistado cerca de Júpiter a unos 650 millones de kilómetros del sol.

Cometas

Los cometas han captado la atención de los seres humanos desde hace milenios, en especial por sus largas y brillantes colas que cruzan el cielo maravillando a cualquier espectador terrestre: podemos ver en la Figura 1 una increíble imagen tomada al cometa Hale-Bopp. Pese a su imponente belleza, en el pasado estos objetos fueron injustamente relacionados con malos augurios en muchas oportunidades alrededor del mundo. Como ejemplos podemos mencionar que en Suiza se llegó a culpar al cometa Halley de terremotos, enfermedades, lluvia roja e incluso el nacimiento de animales de dos cabezas; o también la mística leyenda yakuta en la antigua Mongolia, donde cuando un cometa aparecía en el cielo lo denominaban «la hija del diablo» y lo tomaban como una advertencia sobre destrucción, tormentas y heladas [1].

Sin embargo, a medida que transcurrió el tiempo, hubo civilizaciones que se preocuparon no solo por observar, sino también por documentar sus apariciones con el fin de poder comprender un poco más sobre la naturaleza de estos fascinantes y misteriosos objetos. Haciendo un recorrido a lo largo de la historia, se puede decir que los astrónomos chinos fueron los que se destacaron por registrar minuciosamente la aparición de numerosos cometas durante la edad antigua y medieval, inclusive llegaron a documentar la aparición del Halley en el 240 A.C. [2]. Sin embargo, el primer catálogo integral de cometas, titulado "Historia Cometarum" (cuyo autor fue Stanislaus de Lubienietz), llegaría recién en 1666. En los siglos posteriores el interés por conocer más sobre estos fascinantes objetos fue en aumento exponencial, tal es así que hasta 1700 se registraban menos de 50 nuevos cometas por siglo [3] y sólo durante el año 2021 se registraron más de 100 cometas nuevos.

Además de las observaciones desde la Tierra, se han enviado misiones a estudiar a los cometas en su entorno natural, en el espacio. Aunque es un poco desconsolador el número de misiones que han podido observar a estos objetos de cerca (menor a una docena), estas nos han permitido poder verificar hipótesis sobre ellos realizadas a partir de observaciones terrestres previas, desechar muchas otras, y principalmente conocer más sobre estos objetos cautivadores de nuestro Sistema Solar. La misión más ambiciosa jamás enviada a un cometa, Rosetta, fue lanzada por la Agencia Espacial Europea en marzo de 2004, llegando a su objetivo en agosto del 2014: el cometa 67/P Churymov-Gerasimenko, donde la Figura 2 nos muestra una representación de esta misión espacial. Rosetta siguió al cometa mientras este orbitaba alrededor del Sol, manteniendo distancias entre 10 a 30 km. Fue la primera misión de la historia que logró descender en un cometa, a través de su módulo Philae, el 12 de noviembre de 2014, aunque su batería se agotó 2 días después.

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