Salud

¿Cómo ayudar a alguien que sufre una adicción? Los 12 mejores consejos

Una adicción constituye un problema de salud grave que puede destrozar la vida de la propia persona, pero también de su entorno. Los familiares tienen un rol esencial en la recuperación, aunque pueden sentirse perdidos respecto a cómo actuar.

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EL DIARIO digital

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Las adicciones constituyen uno de los trastornos psicológicos y psiquiátricos más frecuentes, por lo que seguramente conozcas a alguien en tu entorno que haya pasado por esto. Cuando alguien cercano experimenta una adicción, esta es una situación verdaderamente difícil, en la que pueden surgir muchos miedos y dudas acerca de cómo se debe actuar.

Cuando un familiar o amigo es adicto, lo más común es que esa persona se niegue a reconocer que existe un problema a pesar de que este sea evidente. Por ello, tampoco considerará necesario acudir a un profesional para recibir tratamiento.

Con independencia del objeto de la adicción (alcohol, medicamentos, drogas ilegales, juego…), esta condición constituye un problema grave que puede destrozar la vida de la persona y de quienes se encuentran a su alrededor. Por ello, todo individuo que sufre este fenómeno debería recibir ayuda profesional. Dependiendo de cada caso, puede ser necesario llevar a cabo un proceso rehabilitación, desintoxicación, terapia psicológica… entre otros.

Además de la ayuda profesional, no cabe duda de que el papel de los allegados es esencial, aunque muchas veces es difícil para ellos saber cómo manejar la situación. Por ello, en este artículo vamos a hablar sobre pautas que se pueden seguir para ayudar a un ser querido a salir de una adicción.

¿Cómo ayudar a las personas con adicciones?

En primer lugar, es esencial tener presente que, cuando la propia persona adulta que es adicta se niega a recibir tratamiento, es imposible poder obligarla. La última palabra es suya y los seres queridos solo pueden recomendar o reforzar su iniciativa de pedir ayuda.

Otra consideración a tener en cuenta es que el proceso de recuperación de una adicción nunca es lineal. Es habitual que se produzcan recaídas y aceptar esto como algo natural es de ayuda para evitar sentir continua frustración durante el proceso.

Además, es vital que los propios familiares no descuiden sus propias necesidades. Muchas veces el deseo de hacer que esa persona se recupere puede llevar a olvidar el propio bienestar y perjudicar aún más a toda la unidad familiar. A continuación, vamos a comentar algunas pautas básicas que pueden ser clave para ayudar a quien sufre una adicción.

1. Una adicción es una patología

Muchas veces se cree que las personas que sufren alguna adicción realmente son conscientes de lo que hacen. Sin embargo, cuando una adicción se encuentra asentada, la persona está enferma y no atiende a avisos, amenazas o reproches.

Su vida y su voluntad están sujetas al objeto de la adicción y ninguna palabra por sí sola cambiará eso. Por ello, deja de luchar e invertir energías en que esa persona razone, pues no se encuentra en condiciones de hacerlo.

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2. Pide ayuda

Solicitar ayuda es fundamental, pues es difícil que la persona adicta y sus familiares logren superar solos el problema. Los profesionales pueden, desde su experiencia y conocimientos, guiar a los seres queridos en el duro proceso hasta la recuperación.

En ocasiones puede ser necesario el ingreso en una clínica, y en este punto es más importante que nunca la confianza en el equipo de profesionales y la coordinación entre ellos y la familia.

3. Apóyale a la hora de dar el paso

No puedes obligar a esa persona a que reciba tratamiento, pero sí puedes darle todo tu apoyo. Indícale que estáis juntos en esto y que le acompañarás en todo el proceso porque confías en que puede conseguir recuperarse.

4. Pon límites claros

Aunque sea muy difícil, es esencial que la familia adopte una postura de determinación en la que los límites estén claros. Por ello, es crucial que no se sobrepasen las líneas rojas. Evita sacarle de sus líos, no le des más dinero, no cubras sus mentiras ni le acojas en casa si no está cumpliendo su parte del acuerdo.

Estas medidas aparentemente duras son, en realidad, parte de la solución para lograr que se recupere. Dar permisos implica permitir el quebrantamiento de los límites acordados y esto constituye un obstáculo más para ayudar a esa persona que quieres y que está sufriendo.

Además, marcar límites también es una forma de prevenir recaídas y de que las personas de alrededor se protejan a sí mismas sin salir dañadas emocional y/o físicamente.

5. Infórmate

La información es poder, por lo que una buena manera de ayudar a la persona que sufre una adicción es investigar acerca de ella. Trata de aprender mediante fuentes oficiales y fiables, lo que te permitirá conocer más profundamente la adicción y todo lo que implica. Así, podrás brindar una mejor ayuda a esa persona.

6. Control de estímulos

Es importante que los familiares y amigos de la persona eviten conductas, lugares y estímulos en general que puedan actuar como desencadenantes de la conducta adictiva en esa persona. Por ejemplo, si el ser querido sufre alcoholismo, no es buena idea beber delante de él ni hacer fiestas en las que el alcohol estará por todas partes.

En este sentido, puede que se deba revisar el círculo de amistades y los lugares que la propia persona frecuenta, pues muchas veces son los propios amigos los que incitan al consumo.

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7. Escúchale

Cuando alguien sufre una adicción, es posible que necesite sentirse escuchado para dar salida a sus sentimientos. Trata de estar disponible para ello y bríndale un espacio de desahogo. No obstante, es importante que puedas limitar esto para que el tiempo de consuelo no se convierta en una invasión de tu propio tiempo para ti. Recuerda que tus necesidades emocionales también son importantes.

8. Mantén la calma

Mantener una actitud calmada no es fácil, pero es muy necesario para evitar empeorar la situación. Procura expresar tus sentimientos de forma asertiva cuando sientas rabia, impotencia, enfado… Evita levantar la voz o entrar en juicios y amenazas. En su lugar, indícale a esa persona que te preocupa su salud y su futuro.

9. Refuerza su compromiso

Es importante recordar que superar una adicción es algo verdaderamente difícil. Por ello, es esencial que puedas respetar las decisiones de esa persona en cuanto al tratamiento que decide hacer.

Además, es clave que refuerces el compromiso y la iniciativa de esa persona hacia el cambio, haciéndole saber que confías en él y crees que es capaz de lograrlo poco a poco. Cada objetivo cumplido debe ser elogiado, de manera que la persona sienta que se está poniendo en valor su esfuerzo y que este no es algo que se da por hecho.

10. Actividades sustitutas

El vacío que deja la adicción cuando la recuperación avanza debe llenarse con otras cosas. La familia aquí tiene de nuevo un papel importante, pues puede ayudar a esa persona a buscar actividades agradables que le llenen y le permitan sentirse realizada.

Todos tenemos talentos o gustos determinados y se trata de explotar esos puntos fuertes para que la persona sienta que realmente su vida tiene un significado y está llena. Algunas personas encuentran su sitio viajando, otras cocinando, otras descubren una nueva vocación…

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11. Ayúdale a establecer metas a corto plazo

Ayudar a esa persona que está tratando de salir de una adicción también requerirá que le planteemos la situación de manera simplificada. En lugar de poner el foco en una única meta a largo plazo, es mejor dividir el reto en pequeños objetivos a corto y medio plazo.

Esto favorecerá su motivación y le hará ver la recuperación como algo mucho más factible. Es una buena idea que puedas realizar junto a tu familiar un plan de acción con objetivos diarios y semanales, contando también con el apoyo del profesional que le esté atendiendo.

12. No le dejes caer en el aislamiento

El aislamiento social es todo un riesgo para las recaídas en aquellas personas que sufren una adicción. Por ello, un punto esencial a trabajar tiene que ver con las relaciones sociales. La familia puede, como ya hemos comentado, colaborar para realizar con esa persona actividades agradables que le hagan sentir realizada.

Es importante que familia y amigos constituyan una red de apoyo en la que se puede hablar de emociones libremente y en la que las drogas no tienen cabida. En caso de que las amistades fuesen incitadoras del consumo, es momento de ayudar a esa persona a crear nuevas amistades alejadas de la droga. Esto le permitirá descubrir una nueva manera de divertirse y disfrutar de su tiempo de ocio, encontrando nuevas fuentes de motivación alejadas de su adicción.

Conclusiones

En este artículo hemos hablado acerca de algunas pautas que pueden ser clave para ayudar a un familiar que se encuentra sufriendo una adicción. Cuando alguien cercano atraviesa este tipo de problema, los seres queridos se encuentran en una tesitura muy difícil en la que muchas veces existen dudas sobre cómo actuar.

En este sentido, la familia tiene un papel decisivo a la hora de establecer límites, hacer un buen control de estímulos, reforzar los logros de esa persona y apoyarla para ir a terapia. A su vez, los seres queridos deben mostrar firmeza y determinación y no descuidar sus propias necesidades emocionales.

La familia, los amigos y los profesionales deben coordinarse para brindar a la persona una red de apoyo sólida en la que se evite el aislamiento social y se establezcan metas a corto plazo que mantengan la motivación.

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