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Repararán los legajos de los estudiantes desaparecidos de la UNLP después de 46 años

Se inscribirá su condición de víctimas del terrorismo de Estado y serán entregados a sus familiares. "Es traerlos al presente con sus ideas, proyectos, ilusiones. Es salud colectiva de heridas que no sanarán nunca", expresó a Télam Susana Di Salvo, hermana de Pedro Alfredo "Bocha" Disalvo, uno de los estudiantes desaparecidos.

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Unos 157 estudiantes y docentes de Medicina, desaparecidos durante la última dictadura cívico militar, tendrán reparados, 46 años después, sus legajos de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), donde se dejará constancia que su condición de víctima del terrorismo de Estado fue la causa por la cual nunca más asistieron a las aulas de la Facultad de Ciencias Médicas platense.

Se trata en su mayoría estudiantes, y también docentes, no docentes, graduados, quienes fueron asesinados y desaparecidos durante la última dictadura militar.

El próximo 5 de diciembre, a las 9.30, esa casa de estudios realizará un acto reparatorio al entregar a los familiares de esas personas los legajos donde se inscribirá su condición de víctimas del terrorismo de Estado.

De esa manera, dará cumplimiento a la Resolución 259/15 de la UNLP, la cual indica que se debe "dejar constancia en los legajos, de los reales motivos que determinaron la interrupción del desempeño laboral o estudiantil de todos aquellos que fueron víctimas de la última dictadura cívico militar".

"Es una reparación para todos. Repara el silencio vivido durante tantos años. Es traerlos al presente con sus ideas, proyectos, ilusiones. Es salud colectiva de heridas que no sanarán nunca", expresó a Télam Susana Di Salvo, hermana de Pedro Alfredo "Bocha" Disalvo, uno de los estudiantes desaparecidos.

"Bocha" tenía 22 años y cursaba 4to. año de Medicina cuando fue secuestrado la madrugada del 1 de julio de 1977 de su casa en la capital bonaerense.

Su hermana recordó que Pedro "era absolutamente vital; amaba todo y todo era un gran desafío para él. Podía jugar cualquier deporte, tocar un instrumento, cantar, dibujar y todo lo hacía bien, sobre todo por la garra que ponía".

"Fue campeón de yo-yo y campeón argentino de vóley en los torneos universitarios. Compinche divertido en mil aventuras de la infancia. Bocha era un lindo tipo en todo el sentido de la palabra", recordó Susana mientras repasaba fotos de Pedro, de cabellos castaños, mirada caoba y sonrisa amplia y contagiosa.

Con tono amoroso, Susana muestra fotos, donde un Pedro de 9 o 10 años compartía miradas cómplices con una pequeña y risueña Susana o le enseñaba cómo hacer los deberes.

"Infiero que estudiaba Medicina porque su ser tan solidario, lo llevó al deseo de cuidar, sobre todo a los sectores más vulnerables", remarcó Susana, que aguarda expectante recibir el legajo reparado de su hermano.

Memoria institucional

La secretaria de Derechos Humanos de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), Verónica Cruz, sostuvo que se trata de "dejar constancia, en los legajos de las casi 800 personas de la universidad platense que fueron detenidas desaparecidas y/o asesinadas en la dictadura cívico militar, y en la etapa previa de terror paraestatal, de su condición de víctimas del terrorismo de Estado".

"En la entrega de los legajos a sus familiares y/o a quienes portan su memoria, con ese acto reparatorio se construye una memoria institucional que historiza los hechos que marcaron la vida de la Universidad durante el terrorismo de Estado, asumiendo que la comunidad universitaria fue víctima del genocidio y, a la vez, que la institución actuó como victimaria por efecto de la intervención que sufrió -incluso previa al golpe de Estado, y las sucesivas gestiones de la dictadura cívico militar donde cientos de integrantes de los diferentes claustros sufrieron secuestro, desaparición, homicidio, expulsión y exilio", detalló.

Guadalupe Godoy, directora de Políticas de Memoria y Reparación de la UNLP, a cargo del Programa de Reparación de Legajos, explicó a esta agencia que "aquí está reflejada solo una parte de la dimensión del genocidio, porque cientos debieron exiliarse, insiliarse y muchas y muchos sobrevivieron y luego lucharon por obtener justicia".

"Desde la Dirección de Políticas de Memoria acompañamos los procesos de cada unidad académica, todas con sus particularidades y sus formas de construir sentido sobre el pasado reciente", apuntó.

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