Escuchá esta nota
EL DIARIO digital
minutos
El ministro de Economía, Luis Caputo, ofreció definiciones cruciales sobre la política económica del Gobierno, asegurando que el reciente acuerdo con Estados Unidos no tiene como objetivo una dolarización ni implicará una devaluación inmediata.
En diálogo con Luis Majul en La Cornisa (LN+), Caputo descartó cualquier modificación en el esquema cambiario de bandas después del 26 de octubre, reafirmando que el Gobierno continuará con la estrategia de estabilidad actual.
Freno a la Dolarización
Caputo fue enfático al diferenciar la visión de largo plazo del plan de acción actual. "Hay muchas maneras de dolarizar, pero nosotros creemos que ahora no tenemos los dólares suficientes para hacerlo", explicó.
Si bien el ministro y el presidente Javier Milei no están en desacuerdo con ese esquema, la falta de divisas impide su implementación en el corto plazo.
La declaración apunta a calmar las expectativas del mercado y de los sectores que presionan por un cambio radical inmediato, priorizando la estabilidad y el orden macroeconómico antes de cualquier reforma profunda.
El respaldo de EE. UU.
Uno de los puntos más relevantes de la entrevista fue la confirmación del fuerte respaldo financiero por parte de Estados Unidos. Caputo aseguró que el acuerdo con el Tesoro de EE. UU., liderado por Scott Bessent, por hasta US$20.000 millones, no invalida el swap de monedas con China, renovado el pasado abril.
"Una cosa no implica cancelar la otra. Estados Unidos está dando un apoyo total porque considera que es fundamental que en la Argentina haya mayor inversión, desarrollo y empleo," sostuvo el ministro.
Caputo subrayó el rol geopolítico de Argentina: "Hoy su principal aliado de la región es la Argentina. Y [Javier] Milei es uno de los mandatarios más importantes del mundo".
Además, el ministro reveló la profundidad del compromiso norteamericano al afirmar que el Tesoro está dispuesto a "seguir comprando pesos, bonos y todas las opciones están sobre la mesa". Este respaldo se interpreta como una señal de confianza política y un dique de contención para evitar la volatilidad en los mercados argentinos.