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EL DIARIO digital
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La detención, ocurrida en un departamento céntrico de Rosario, no solo puso fin a la fuga, sino que también dejó al descubierto una red de negocios y apoyos que sostenían el poder del clan.
El operativo, a cargo de la Central de Inteligencia y Operaciones Especiales (Ciope) y las Tropas de Operaciones Especiales (TOE), fue un éxito gracias al seguimiento del entorno de Bilbao. La clave para dar con su paradero fue una escucha telefónica a su pareja, Guadalupe Torres Servín, que se encontraba bajo arresto domiciliario en el mismo edificio. Un pedido de anticonceptivos encendió las alarmas de los investigadores.
"Chapo" Guzmán
Cuando la policía irrumpió en el departamento, Bilbao intentó escapar por un escondite insólito: un ducto de cañerías acondicionado con una escalera metálica. Un espacio reducido y camuflado diseñado para imitar los sistemas de fuga del narcotraficante mexicano Joaquín "El Chapo" Guzmán.
El arresto forma parte de una investigación federal que desde hace años rastrea a la familia Bilbao. La organización, liderada por el hermano de Waldo, Brian (quien aún sigue prófugo), coordinaba el ingreso de cocaína desde Paraguay y Bolivia. A su vez, el clan había montado un entramado de negocios legales para lavar dinero, adquiriendo teatros, bares, concesionarias de autos, empresas de publicidad y hasta compañías de taxis.
La detención de Waldo se suma a la de Pablo Javier Raynaud, arrestado en julio en Buenos Aires, otro engranaje clave de la logística del clan. Aunque Brian Bilbao, el principal objetivo, sigue prófugo y mantiene en pie la estructura económica y social de la organización, la caída de Waldo representa un golpe importante para las fuerzas de seguridad, que continuarán con la presión para desmantelar por completo la red criminal.