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EL DIARIO digital
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El Ministerio de Economía informó que en junio de 2025 el sector público nacional registró un superávit primario de $790.533 millones y un superávit financiero de $551.234 millones, tras el pago de intereses de la deuda externa. Estos resultados continúan una tendencia fiscal positiva que comenzó a consolidarse a lo largo del primer semestre del año. En total, el superávit primario acumulado hasta junio representó un 0,9% del Producto Bruto Interno (PBI), mientras que el superávit financiero alcanzó el 0,4% del PBI.
El ministro de Economía, Luis Caputo, destacó que estos números no solo superan las metas fiscales acordadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI), sino que también son una muestra del compromiso del Gobierno con el equilibrio fiscal. El Ejecutivo se ha enfocado en reducir el déficit fiscal a cero, como una medida clave para estabilizar la economía, reducir la inflación y garantizar el crecimiento económico sostenido en el largo plazo.
A pesar de los avances en la gestión fiscal, la reciente aprobación por parte del Senado de varias iniciativas que incrementan el gasto público ha generado tensiones políticas. En este contexto, el presidente Javier Milei ha sido firme en su postura de vetar cualquier legislación que ponga en peligro el equilibrio fiscal alcanzado. El Gobierno considera que la aprobación de proyectos de ley que aumenten el gasto debe ser reconsiderada, ya que podría socavar el esfuerzo hecho hasta ahora para reducir el déficit.
A nivel macroeconómico, los analistas destacan que el superávit logrado en junio es un indicio de que el Gobierno tiene la capacidad de mantener el control sobre las finanzas públicas, siempre que se mantengan firmes las políticas de ajuste y contención del gasto. La previsión del Ministerio de Economía es que el país podría cumplir con el objetivo de un superávit fiscal primario de 1,6% del PBI para el 2025, lo que sería un resultado positivo en un contexto económico desafiante.
El debate sobre el equilibrio fiscal continuará siendo uno de los puntos más calientes en la agenda política. En un escenario donde las tensiones entre los sectores del Gobierno y la oposición se intensifican, el control de las cuentas públicas será clave para definir el rumbo económico del país en los próximos años.