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EL DIARIO digital
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Intendentes bonaerenses alineados con Cristina Kirchner se pronunciaron en contra del desdoblamiento electoral impulsado por el gobierno provincial y reclamaron que las elecciones en la provincia de Buenos Aires se celebren el mismo día que las nacionales. El pedido encendió una nueva señal de alerta en la interna del peronismo y complica la estrategia política de Axel Kicillof.
A través de un comunicado, más de 40 intendentes exigieron que se revierta la decisión y se garantice un cronograma electoral unificado. Argumentan que el desdoblamiento podría afectar la gobernabilidad y alterar el equilibrio político en sus territorios.
Desde el Ejecutivo provincial aseguran que no está en evaluación dar marcha atrás con el esquema previsto y descartan una modificación del calendario. El desdoblamiento, afirman, responde a una decisión estratégica que busca fortalecer la identidad bonaerense en el proceso electoral.
La situación ocurre en un contexto de alta sensibilidad política. Tras el fallo que impidió una eventual candidatura de Cristina Kirchner, los sectores que le responden dentro del peronismo endurecieron su postura y comenzaron a marcar distancia del gobernador, a quien reclaman mayor alineamiento con las decisiones del núcleo duro kirchnerista.
Varios intendentes, especialmente del conurbano, ven con preocupación la posibilidad de enfrentar elecciones separadas, sin el arrastre que podría generar una boleta nacional encabezada por una figura fuerte del espacio. Por eso insisten en que la unidad de fechas es clave para preservar competitividad en sus distritos.
En el gobierno provincial consideran que mantener el desdoblamiento es una forma de consolidar la gestión y evitar que la elección bonaerense quede subordinada a los vaivenes de la política nacional. Sin embargo, el rechazo de un sector importante del peronismo pone en riesgo la cohesión interna del espacio y complica el armado electoral de cara a los próximos meses.
Kicillof se encuentra ante un dilema: sostener su estrategia y enfrentar posibles rupturas o ceder ante la presión de los intendentes y redefinir el calendario. Por ahora, el conflicto sigue abierto.