Escuchá esta nota
EL DIARIO digital
minutos
En un hecho inédito para Argentina, dos pequeños, Luca Zarragud (2 años) y Felipe Palagani (18 meses), internados en la misma habitación del Hospital Italiano, protagonizaron el primer trasplante cardíaco pediátrico por donación en asistolia controlada, una técnica que permitió que el corazón de uno salvara la vida del otro.
Este hito médico, realizado en junio, significa que la donación se concretó tras el cese de la función circulatoria del donante, en lugar de la encefálica, tal como lo habilita el Protocolo de Donación en Asistolia aprobado por el Incucai en 2023. Hasta ahora, esta técnica solo se utilizaba en países como España y Australia.
Dos historias cruzadas
Luca Zarragud, de tan solo dos años, se encontraba internado en el Hospital Italiano recuperándose de un trasplante de hígado. En la cama contigua, Felipe Palagani, de 18 meses, enfrentaba un diagnóstico devastador: miocardiopatía dilatada severa, un corazón débil que no respondía a los tratamientos iniciados en Neuquén.
La odisea de Felipe lo llevó el año pasado al Hospital Suizo Argentino y, finalmente, al Italiano, donde su estado se agravó. Tras un paro cardíaco y asistolia, tuvo que ser conectado a una máquina de oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO) y, posteriormente, a un Berlin Heart, un dispositivo de asistencia circulatoria pediátrica. Su caso se hizo conocido a principios de este año a través de la campaña #UnCorazónParaFelipe, que buscaba concientizar sobre la donación de órganos.
Pamela Domínguez, madre de Felipe, había expresado en enero al diario La Nación la desesperante situación de su hijo: "Comenzamos con la campaña #UnCorazonParaFelipe y como lema decimos: 'Transformar el dolor en un acto de amor'. Lo que nosotros planteamos es no tomarlo como una pérdida, sino como la continuidad de ese ser querido en otra persona".
Acto de amor
El destino unió a estos dos niños más allá de la cercanía de sus camas. Luca, tras ser dado de alta de su trasplante hepático, contrajo un citomegalovirus (CMV) que le dañó irreversiblemente los pulmones. Con su salud en deterioro y las opciones médicas agotadas, sus padres, Paula y Nicolás Zarragud, tomaron la valiente decisión de donar sus órganos.
Aunque no sabían si el corazón de Luca sería viable, resultó compatible con Felipe, quien se encontraba primero en la lista del Incucai. Esta compleja intervención no solo representó un milagro para Felipe, sino que también marcó un precedente médico al ser el primer trasplante cardíaco pediátrico realizado en el país sin que el donante tuviera muerte encefálica, lo que hasta ahora era la norma.
Hace una semana, la familia de Felipe compartió la emocionante noticia en las redes sociales de "Un corazón para Felipe": "Llegó el corazón para Felipe y todavía me cuesta creerlo, todavía me tiemblan las manos al escribirlo. Porque detrás de esas palabras hay meses de aguante, de miedo, de llorar bajito para no preocupar a nadie de sostenernos como podíamos. Hubo días oscuros, de esos que no se terminan más, donde todo dolía. Aprendí a convivir con ese dolor, muchas veces me caí, claro que sí, pero siempre me volví a parar. Por él. Felipe nos dio una lección de vida sin decir una sola palabra", expresó Flor Domínguez, tía de Felipe, reflejando la inmensa alegría y el profundo agradecimiento por este acto de amor que le dio una nueva oportunidad de vida al pequeño.