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EL DIARIO digital
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Mientras la sede del justicialismo ardía en tensiones y discusiones internas, el búnker de La Libertad Avanza (LLA) en La Pampa vivió un clima de celebración inusual para una fuerza recién llegada. El candidato Ravier fue recibido con fuertes aplausos por sus simpatizantes, confirmando la sensación de haber superado las expectativas en una provincia dominada históricamente por el bipartidismo.

La percepción de una "buena elección" para LLA se tradujo en una escena cargada de simbolismo. Un grupo no muy numeroso de adherentes, visiblemente emocionados por el resultado, entonó tímidamente estrofas del Himno Nacional Argentino, destacándose la consigna patriótica "O juremos con gloria morir".
Esta manifestación, aunque modesta en volumen, grafica el espíritu de la base libertaria: una militancia más ligada a las redes sociales y a la figura presidencial que a la estructura territorial, pero cargada de fervor ideológico.
El principal objetivo de LLA en esta elección legislativa no era ganar, sino establecer un pie firme en la provincia y demostrar que la "ola violeta" no es solo un fenómeno de grandes distritos.
El resultado que obtuvo Ravier, en un contexto donde el justicialismo concentró el aparato estatal y la atención de la agenda con una crisis interna abierta (Verna-Ziliotto-Di Nápoli), consolida a LLA como una tercera fuerza de peso con capacidad de captar el voto de descontento.
Ravier todavía decidió que no hará declaraciones. Recién hablará luego de que lo haga el presidente Javier Milei. "Es una orden de arriba", dijeron a El Diario.