Pide trabajo: "Me tienen que ayudar, no se aguanta más"
Escuchá esta nota
EL DIARIO digital
minutos
Una vecina del barrio Malvinas, Luciana Gugino, denunció públicamente una aterradora experiencia vivida en su domicilio, donde dos perros de raza dogo argentino, propiedad de su vecina, irrumpieron en su patio y atacaron salvajemente a su mascota hasta matarla.
En diálogo con Infopico Radio, Gugino relató que los dos dogos rompieron el alambrado que divide las propiedades e ingresaron a su patio mientras su mascota estaba comiendo.
"El ataque fue brutal, fue tremendo. Los dos dogos tenían un ensañamiento increíble," describió Luciana, quien advirtió que la tragedia podría haber sido peor: "Pudimos haber estado ahí con mi bebé y mi hijo más grande y hoy estaría contando algo aún mucho peor."
La violencia del ataque fue tal que requirió la intervención de la policía para separar a los animales. Según el testimonio, el ataque duró más de 10 minutos y, a pesar de la llegada de los efectivos y del marido de Luciana, uno de los dogos no soltaba a la mascota.
"Si no es por el gas pimienta, no había nada que los hiciera cesar. Las heridas fueron de tal gravedad que lo mataron," lamentó Gugino.
La vecina confirmó que no era la primera vez que los dogos ingresaban a su propiedad, lo que motivó a su familia a invertir en reforzar las medianeras internas.
Promesa incumplida
Tras el fatal ataque, la dueña de los dogos se había comprometido inicialmente a retirar a los animales. Sin embargo, días después, cambió su postura.
"Nos manda un mensaje realmente indignante en el cual, entre otras cosas, nos dice que los quiere adiestrar. Damos por sentado que ese acuerdo no lo va a cumplir," señaló Luciana. Al día de hoy, los dos dogos argentinos continúan viviendo en la casa contigua.
Ante la falta de acción de la vecina, la familia inició acciones legales ante el Ministerio Público Fiscal, que derivó el caso al fuero contravencional. El juez contravencional, Boga Doyhenard, determinó que la competencia es del Juzgado Municipal de Faltas por existir una ordenanza específica (la 118/16) que regula la tenencia de perros peligrosos y las condiciones de los "perímetros" de las propiedades.
Pese a ello, Luciana denunció un choque de interpretaciones: "Desde Zoonosis municipal, la primera respuesta fue que no tenían injerencia porque nuestra situación fue en el patio, entre dos propiedades privadas, y ellos solo eran competentes para el exterior."
Por el momento, la familia de Luciana no tiene una solución y vive con el temor constante de un nuevo y más trágico ataque, mientras los dogos argentinos peligrosos siguen en el domicilio contiguo.
