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EL DIARIO digital
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Si bien la familia aseguró haber "sacado" al joven por temor, el Ministerio de Educación de la provincia negó este miércoles el abandono de las clases y aseguró la continuidad de su trayectoria escolar.
El caso expone la dificultad de las instituciones para contener la violencia que recrudece afuera de sus muros y genera incertidumbre en toda la comunidad educativa.
La versión familiar
La abuela del joven afectado, identificada como Alicia, denunció en diálogo con El Diario que las amenazas obligaron a la familia a tomar la drástica decisión de retirar al estudiante del colegio. "Lo tuvimos que sacar de la escuela directamente por temor", explicó.
El conflicto se originó tras un altercado menor con un compañero la semana pasada. La situación se agravó días después, cuando un adulto de unos 24 años se acercó en un auto negro a la salida del colegio y amenazó al joven, advirtiéndole que "ni el padre lo iba a salvar".
El incidente motivó que, este martes, la familia lo retirara de la escuela al ser alertados de que "lo iban a estar esperando" a la salida. La abuela lamentó que su nieto, a poco de recibirse, deba dejar el colegio por falta de garantías de seguridad.
Alicia criticó la presunta falta de control y la inacción de los padres de los agresores, y advirtió que en la institución ya existen antecedentes graves: "A esta escuela van armados, se pelean adentro de la escuela".
El Diario pudo confirmar que, incluso en un curso, un profesor llegó a descubrir que alumnos poseían una cuchilla de cocina y una "punta" casera.
La respuesta oficial
En respuesta a la publicación del caso realizado por este diario, el Ministerio de Educación de La Pampa emitió este miércoles un descargo para contrarrestar la versión de la familia.
La cartera provincial negó categóricamente que el estudiante haya abandonado la institución. Y aseguró que "desde el primer momento se intervino" conforme a la Guía Provincial de Orientación, con acciones específicas para "resguardar su trayectoria escolar y garantizar su continuidad".
El ministerio también resaltó que el hecho conflictivo "ocurrió fuera del ámbito escolar" y que, ante sus repercusiones, el equipo directivo y profesionales de la Dirección General de Educación Secundaria abordaron la situación de "manera inmediata y articulada".
La postura oficial es que se continuará trabajando mediante "encuentros y acciones orientadas a la recomposición de los vínculos", priorizando "el derecho a la educación del estudiante".
El caso se definirá este miércoles, cuando los familiares de la víctima y otros padres de alumnos, que también habrían recibido amenazas, mantendrán una reunión clave con el Ministerio de Educación en el mismo colegio para exigir acciones concretas.